Protesta por patentes por Covid-19
Foto: Archivo La industria farmacéutica debe liberar las patentes de las vacunas, considera la organización  

Con una manifestación pública, simultánea en varios países de América Latina, miembros y directivos de AIDS Healthcare Foundation (AHF), el proveedor de atención y tratamiento del VIH/SIDA más grande del mundo, exigió a las farmacéuticas Pfizer y Aztra Zéneca, y en general a los demás laboratorios que producen las vacunas Covid, que liberen de inmediato las patentes para detener más muertes y contagios en el mundo.

La directora de AIDS Healthcare Foundation (AHF) México, Nicole Finkelstein Mizrahi, acompañada por miembros de la fundación, entregó en las oficinas de las farmacéuticas Pfizer y AztraZeneca, un Manifiesto en el que expresa que la exigencia de la liberación de las patentes es justa porque de acuerdo con estudios verificados, la mayoría de las patentes fueron financiadas mayormente con dinero público.

Mediante un maping (video), proyectado simultáneamente en las fachadas de las oficinas corporativas de las empresas farmacéuticas Pfizer y Aztra Zéneca, se leyeron mensajes como: “Las patentes matan”, “Las vacunas deben ser un bien público” y “Firma la petición en Vacunas Nuestro Mundo.org”, los miembros de AHF se manifestaron con trajes de protección Covid y pancartas de manera pacífica.

En el Manifiesto, que convoca a miles de organizaciones, a la comunidad científica, líderes globales y ciudadanos a levantar juntos la voz contra la evidente inequidad en el acceso a las vacunas de COVID19, AHF advierte que la lentitud en la vacunación, que permite la aparición de nuevas variantes, pone a la humanidad ante un escenario de alargamiento de la pandemia que no solo podría ser de años, sino de décadas. Lo que representaría millones de muertes más que podrían evitarse; así como daños aún mayores a las economías, pérdida de empleos y aumento de la pobreza.

“Por más que las farmacéuticas que ostentan las patentes de las diferentes vacunas trabajan al 100% de su capacidad, la tarea de vacunar a toda la humanidad es titánica y sólo se puede disminuir el tiempo si se flexibilizan o liberan las patentes durante el tiempo que dure la crisis por la pandemia para que las vacunas puedan ser producidas por otros laboratorios y que así se disminuyan tiempos de producción y traslado”, agregó el documento.

AHF alertó que para las empresas farmacéuticas el alargamiento de la pandemia parece ser “parte del negocio”, ya que de continuar se aseguraría la necesidad de producir refuerzos y versiones actualizadas de las vacunas, alargando su rentabilidad comercial, a costa de una pandemia que ha cobrado más de 3.8 millones de personas a nivel mundial, muchas de estas muertes, 1.2 millones, el 32% del total, han ocurrido en América Latina y el Caribe.

Las pequeñas farmacéuticas que desarrollan algunas de las vacunas contra el Covid-19 como Moderna, CureVac y Novavax acumulan alzas superiores a 400% en el mercado bursátil desde el año pasado. En las grandes farmacéuticas es difícil ver el efecto de crecimiento de sus acciones sólo por la vacuna, su cartera de productos es mucho mayor.

Por lo anterior, AIDS Healthcare Foundation (AHF) sostiene que está plenamente justificado exigir la liberación o flexibilización de las patentes a las empresas farmacéuticas, respetando los acuerdos suscritos con la Organización Mundial del Comercio (OMC), durante el tiempo necesario, hasta que el mundo haya logrado frenar la pandemia.

Por ello, es vital que los líderes gubernamentales actúen ya y consigan que la industria farmacéutica libere las patentes de las vacunas que se producen actualmente, de lo contrario las poblaciones y economías vulnerables seguirán devastadas, habrá millones de muertes más, que se podrían evitar, y la pandemia se prolongará innecesariamente en el futuro.

Ante este panorama AIDS Healthcare Foundation (AHF), el proveedor de atención y tratamiento del VIH/SIDA más grande del mundo, pide a los líderes mundiales, en particular a los del G7, G20 y países de la Unión Europea, que hagan lo necesario para proteger a toda la humanidad y al mundo, apoyando la propuesta de la Organización de Comercio (OMC) para renunciar a la protección de las patentes en todas las vacunas Covid.

“De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS9), sólo una de cada diez personas en América Latina y el Caribe ha sido vacunada completamente contra Covid-19, y es aún peor en África”, alertó la Doctora Patricia Campos, Jefa de la Oficina de AHF para América Latina y el Caribe.

Aunque hoy existen vacunas efectivas para contener la pandemia, el ritmo de vacunación es muy lento en la mayoría de los países, sobre todo en los más pobres, lo cual permite que siga la transmisión masiva del virus y con ello la aparición de nuevas variantes del mismo.

Aunado a ello, la pandemia enfrenta otros desafíos como las nuevas variantes del Covid. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene clasificadas ya siete “Variantes de Interés” para el SARS CoV2 (Epsilon, Zeta, Eta, Theta, Iota, Kappa y Lambda) y cuatro “Variantes de Preocupación”, (Alpha, Beta, Gamma y Delta), estas últimas con mayor transmisibilidad y virulencia, con presencia de casos en personas más jóvenes, menor posibilidad de recuperación, peor evolución y mayor gravedad.

Los expertos predicen que los países más pobres se verán obligados a esperar hasta dos o más años para recibir las vacunas, si no se aumentan las cantidades. Desafortunadamente, esas estadísticas probablemente no mejorarán. Los líderes de las naciones ricas pueden y deben obligar a las compañías farmacéuticas a compartir tecnología para que los fabricantes de genéricos puedan impulsar la producción de vacunas en más lugares del mundo.

Al respecto, Guillermina Alaniz, directora de Incidencia de AHF para Latinoamérica y el Caribe explica: “Estas vacunas fueron financiadas por la gente, para la gente. Es completamente inaceptable que todavía haya un debate sobre si las compañías farmacéuticas deben compartir sus conocimientos sobre cómo producirlas”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se necesitan 11 mil millones de dosis de vacunas para inmunizar al 70% de la población mundial. Producir tantas vacunas dependerá de la suspensión de patentes y la transferencia de tecnología a países que ya tienen capacidad de producción. Un paso fundamental para renunciar a las patentes facilitará a los países que no pueden fabricarlas la compra de vacunas genéricas a precios asequibles.

FF