Quien fuera el todopoderoso jefe de inteligencia de Perú, Vladimiro Montesinos, está en el ojo del huracán tras 20 años en una cárcel de máxima seguridad. Unas llamadas lo ligan a maniobras para torcer el veredicto de las elecciones presidenciales y favorecer a Keiko, la hija su antiguo jefe, el exmandatario Alberto Fujimori.

Montesinos, quien cumple una condena de 25 años, llamó por teléfono a un militar retirado con el fin de gestionar un soborno a magistrados del Jurado Nacional de Elecciones para que proclamaran como ganadora del balotaje del 6 de junio a la derechista Keiko Fujimori, en perjuicio del izquierdista Pedro Castillo, que la superó en el escrutinio final.

“El método Montesinos es el que arregla los problemas más allá de la legalidad, ese es su esquema mental, eso retrata su pensamiento. El encubrimiento de lo legal para actuar ilegalmente en el país”, explicó el escritor Luis Jochamowitz, autor de varios libros sobre Montesinos.

“Al principio dudaba si era real la grabación (de las llamadas de Montesinos desde prisión), pero lo confirmaron las autoridades”, agrega.

Los audios fueron divulgados hace unos días por el exlegislador Fernando Olivera, el mismo que difundió en el año 2000 en un canal de cable un video que mostraba al entonces mano derecha del presidente Fujimori sobornando a un parlamentario opositor para que se uniera al oficialismo y así lograr mayoría en el Congreso.

En una de 17 llamadas, Montesinos pide al comandante retirado Pedro Rejas hablar con un abogado para sobornar a tres de los cuatro magistrados.

 

LEG