Foto: Twitter @EstadioAzteca A la fecha, algunos de sus protagonistas mantienen como el momento más glorioso de sus vidas y de los últimos tiempos para el balompié argentino  

Hoy se conmemora el 35 aniversario de que Argentina levantó por segunda y última vez la Copa del Mundo tras derrotar en una final inolvidable a Alemania en la final que se jugó en el Estadio Azteca y que puso a Maradona en el Olimpo del futbol.

Una de las lamentaciones que más se siente por aquellos que se proclamaron campeones es que el capitán del equipo ya no se encuentra en ellos para celebrar. Maradona tuvo que ir a acompañar a José Luis Cucciufo y José Luis Brown, los otros dos integrantes de la Albiceleste que partieron antes de tiempo.

En los siete lustros de distancia que se han recorrido a través del tiempo, aún se mantiene vivo el recuerdo de los partidos que fue sorteando Argentina durante el Mundial que organizó México por segunda vez en la historia, convirtiéndose en el primer país en hacerlo.

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En el país pampero, no hay un 29 de junio de cada año que no se reviva con inmensa alegría la obtención de la hazaña que un principio está destinada a fracasar.

A la fecha, algunos de sus protagonistas mantienen como el momento más glorioso de sus vidas y de los últimos tiempos para el balompié argentino la final y el título que se adjudicaron con un Maradona que nunca más volvió a alcanzar ese nivel que desembocó en relatos al estilo de las épicas griegas.

Pumpido, Brown, Garré, Cucciufo, Ruggeri, Enrique, Olarticoechea, Burruchaga, Batista, Valdano y Maradona. Acompañados siempre de otro grupo más anónimo de jugadores que sin renombre internacional pusieron lo que les alcanzó para que se lograra el objetivo. Bilardo, técnico de Argentina, los instó; Maradona, los guió.

Historia era el gol con la mano y el mejor gol en la historia de los Mundiales a Inglaterra; atrás se veía la cátedra futbolística del 10 de Napoli sobre Bélgica. Nada de eso contaba en la final. Alemania y su reputación bien ganada de que para vencerlos había que dejar algo más que la vida en el campo era la prueba final, la que separaba una grandísima actuación de la inmortalidad.

Valdano jura que dentro del Azteca había 40 grados de temperatura. Los alemanes jurarían que era más alto el calor. La loza incandescente que emitió el astro rey de igual manera fue imparcial con los 22 del campo.

Siempre se dice que para ganar algo importante, primero hay que padecer, asó lo vivió el cuadro sudamericano. Brown y Valdano pusieron al frente ala Argentina. Hasta el minuto 70, se frotaban las manos porque la Copa estaba a la vista. Al 74’ y al 80’, Alemania con Rummenigge y Völler borraron la sonrisa de los que se sentían también vencidos en las Malvinas.

Era el momento de Alemania, fiel a su historia, digno de su trabajo, y ejemplo de su mentalidad. Sin embargo, el futbol tiene eso que no se puede nombrar que toca a unos pocos para ser personajes inolvidables.

Burruchaga, el ídolo de Independiente, el que dio la séptima Libertadores, el que nunca expresó quejas ni alegrías en su estancia en México, se encontró con su momento. Minuto 85, el balón en el medio campo, Maradona en medio de alemanes alcanza a ver que el dorsal 7 va solo, le pica el balón y lo pone de cara al arco rival. Schumacher salió, no alcanzó a achicar, Briegel no alcanzó a Burru, quien punteó el balón y marcó el tercero para la causa argentina. Ahora sí, el título no se iba a escapar.

Los casi 115 mil aficionados que se dieron cita en el Azteca contemplaron un momento único que no tiene parangón con otro y que cada año que pasa sigue como un sueño inalcanzable para las generaciones de futbolistas argentinos que se ponen elástica albiceleste.

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Valdano y Ruggeri son asiduos a revivir el momento cada que es posible. Algunos más dejan en algún sitio alguna anécdota. Bilardo, Carlos Salvador, dejó de aparecer públicamente, pues a sus 83 años de vida, padece el síndrome Hakim-Adams, enfermedad neurodegenerativa que ha ido mermando su salud.

Sin embargo, justo hoy, apareció un video del Doctor, como lo conocen también, en el cual en vía un breve mensaje que dice: “Hola, muchachos. Les hablo para recordarles que hace 35 años fuimos campeones del mundo”, expresó el polémico personaje a sus dirigidos.

Cabe recordar que Bilardo no sabe todavía que Brown y Maradona murieron, hechos que su familia le ha ocultado para que su salud no se venga abajo. Hay muchos, en cambio, que desean vivir en la realidad de Bilardo, en la que el gran ídolo sigue con vida.

 

EAM