Foto: AFP Sirios desplazados de Ras al-Ain, una ciudad fronteriza controlada por Turquía y sus representantes, fotografiados en un campamento.  

Apenas había llegado Joe Biden a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, y el mundo celebraba una nueva era en el concierto de las naciones, pues desplazaba al bully republicano Donald Trump, quien se había confrontado con una mayoría de países -aliados y no-, organismos internacionales como la ONU, la OMC o la OMS, además de polarizar a su propia población.

El demócrata orquestó el regreso de la Unión Americana al Acuerdo de París, retomó las aportaciones a la Organización Mundial de la Salud y aplicó un enfoque humanitario al tema migratorio, que no ha reconocido como crisis.

Hace un par de semanas, durante su primera gira internacional, los lazos se volvieron a unir con la Unión Europea, la OTAN… y hasta se sentaron en la misma mesa Biden y el líder ruso Vladimir Putin.

Sin embargo, a cinco meses de la luna de miel, hoy se hacen más visibles los roces de la máxima potencia mundial tanto hacia el exterior como al interior del país, con un Congreso bifurcado en la casi perfección simétrica.

DESORDEN EN CASA… Y BOMBARDEOS

El Presidente anunció la semana pasada un débil acuerdo con un grupo de senadores republicanos y demócratas sobre un plan de inversión masiva en infraestructura. El plan se apoya en más de 1.2 billones de dólares de inversiones a ocho años; 312 mil millones para transporte (vías y aeropuertos); y 266 mil millones en infraestructura (agua potable, Internet).

Pero el acuerdo estuvo a punto de caerse debido a las propias palabras del mandatario, quien pareció condicionar su firma a cambio de contar con un billonario plan de gastos de los demócratas.

Al endeble marco político en EU se suman las recientes tensiones con Siria, bombardeada por Biden en su lucha contra la influencia iraní.

Milicias pro-Irán lanzaron ayer obuses contra una base de EU en el este de Siria, y la coalición internacional antiyihadista respondió con disparos.

“A pesar de las celebraciones por un raro acuerdo bipartidista, el destino de la agenda interna de Biden sigue siendo vulnerable”, subrayó para CNN el analista Stephen Collinson.

Preocupados por Venezuela: Biden, Duque y el Papa

El régimen de Nicolás Maduro logró extraer llamados de preocupación y condena de los presidentes de Estados Unidos, Colombia, del papa Francisco y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El estadounidense Joe Biden se comunicó ayer con su homólogo colombiano, Iván Duque, para expresarle su apoyo tras el ataque con disparos que sufrió el helicóptero en el que viajaba el mandatario cerca de la frontera con Venezuela, el pasado viernes.

Compartió su preocupación por la situación en Venezuela y su impacto regional, y destacó la importancia de ampliar el consenso internacional a favor de negociaciones que conduzcan a elecciones democráticas.

La crisis en Venezuela fue tema central de las reuniones ayer en el Vaticano del secretario de Estado de EU, Antony Blinken, quien conversó con el papa Francisco. Analizaron la situación en Venezuela, así como en Siria, Líbano, Bielorrusia y Etiopía.

En tanto, la relatoría especial de la CIDH difundió que Venezuela “no ha mejorado” sus condiciones para garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información.
LEG