Tras más de un año bajo los complejos efectos que ha producido la pandemia global del Covid 19, podemos aventurar algunas conclusiones.

Las complicaciones, y crisis económicas que ha provocado en muchas regiones del planeta, tienen una relación directa con el paro en las distintas actividades económicas. Sin embargo no hay dudas que algo que se ha generado es una profundización de las crisis en aquellos sectores y regiones más vulnerables.

Sin adentrarnos en las responsabilidades políticas del manejo de la situación en los distintos países, podemos asegurar que aquellos sectores con mayor debilidad, y escasa estabilidad, han sufrido enormemente los avatares del impacto en la economía.

Un sector, que no sólo tiene que ver con lo económico, sino además con la protección de las personas, como lo son los distintos seguros, lo ha sufrido de sobremanera.

Los usuarios y consumidores, en muchos casos, se han visto obligados a revisar los precios de los servicios contratados. Entre ellos el costo del seguro de auto, esto ha provocado estadísticas que han reportado abrumadoras caídas en productos tan esenciales.

Para poner en cifras lo mencionado, señalamos que la industria de los seguros mostró una caída durante el primer trimestre del presente año de un 2,8%. Pero la tendencia estuvo marcada y conducida por los seguros de autos que cayeron poco más del 14%.

Un ítem de servicios que a nivel sociedad debería preocuparnos. Según datos que brinda la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de un millón de personas en accidentes de tránsito.

Y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales. Esto, y siempre siguiendo el informe de la OMS, sin distinguir rangos etarios en la sociedad. Quiere decir que los accidentes viales representan una de las primeras causas de mortalidad a nivel mundial.

¿Y en nuestro país como estamos? Según indica el Instituto de Salud Pública (INSP), nuestro país se encuentra en el top diez a nivel mundial, ocupando la séptima posición.

Y en el top 5 en la región de Latinoamérica, ocupando en esta oportunidad la posición número tres. Datos que preocupan, especialmente si tenemos en cuenta la caída en los seguros, que más allá de las obligaciones y reparos económicos, tienen en sus opciones la protección de las personas y sus bienes.

Sabemos, que entre las medidas para disminuir los accidentes viales se deben aplicar muchas acciones. Tales como la planificación del transporte, el diseño de las carreteras, controles de velocidad, mejoramientos en la seguridad de los vehículos y el uso de estos. O incluso la observancia de las leyes ya vigentes. Todas acciones que innegablemente se deben dar, y aquí hemos mencionado sólo algunas a modo de ejemplo, para lograr una mejora real en las estadísticas.

Como dijimos, la caída es preocupante en servicios fundamentales. Y la industria aseguradora debe recuperar niveles de volumen. Para ello se debe tener en cuenta que el bolsillo de los ciudadanos necesita alternativas en estos tiempos. El mercado de los seguros debe ofrecer opciones que permitan mirar el futuro con optimismo.

El consumidor de hoy necesita más que nunca del servicio, pero a su vez es más exigente. No sólo porque evalúa el costo del seguro de auto, sino porque además debe pensar en cómo proteger sus bienes.