Alejandra Sánchez es una directora y productora que ve en el documental una manera de llamar a la reflexión sobre problemas que han estado en la sociedad mexicana desde siempre, pero que han sido manejados como tabúes; temas como el feminicidio, el abuso sexual, la pederastia en la iglesia, la homosexualidad y la violencia de grupos criminales en México han sido el eje de su trabajo.

Bajo Juárez, la ciudad devorando a sus hijas, fue una de sus primeras obras y parte aguas para que temas como el feminicidio comenzarán a ser visibilizados como tal en el cine.

“Hice algo que me movía las tripas, algo que provocaba una pasión y una necesidad de contar lo que estaba pasando, pero de manera que llamara a la reflexión”, señaló la escritora en entrevista con 24 horas.

La directora considera que la violencia en México, de manera general y sin distinguir género, es un tema que ha mantenido a la nación “contra las cuerdas” y por eso es conveniente hablar de ellos.

En su trabajo, Alejandra Sánchez habla sobre la nota roja, amarilla, temas que podrían llegar a ser incómodos, no obstante, ella ve en esas historias una manera de entender lo que sucede con el país y sobre todo de provocar un cambio.

“Temas que pueden tener un lado muy escandaloso, muy morboso son para mí muy susceptibles de ser estudiados desde otro lugar para despojarles esa primera capa roja y entender qué hay de fondo”.

Para la cineasta, el cine es una ventana a la reflexión, a la realidad individual y colectiva, una disciplina muy importante para que la sociedad vaya cambiando hacia nuevos senderos mucho más equilibrados.

Alejandra Sánchez comentó que ya se encuentra trabajando en su próxima obra, para lo cual se apoyará de una chica que formó parte de una organización criminal de Ciudad Juárez, pues le gusta adentrarse y conocer de lleno de lo que va a hablar.

“Esto me ayuda a entender, al menos en una mínima parte, este fenómeno tan complejo que tiene a México en uno de los lugares de más alta violencia a nivel internacional”.

El trabajo de Sánchez no es improvisado, se prepara desde distintas disciplinas con varios expertos; en el caso de la violencia consulta a especialistas en narcotráfico, periodistas de investigación y sociólogos.

“A partir del estudio profundo me pongo a delimitar y encuentro a la chica con la que estoy trabajando, una jefa de sicarios que estuvo en la cárcel por multi-homicidios”.

Sánchez se encuentra en la etapa de post-producción de su próximo proyecto, el cual hasta ahora lleva el nombre de La Vida no Vale Nada, el cual no le agrada mucho, porque debería ser la síntesis de todo el proceso de trabajo y este es muy sombrío.

Además de su documental Bajo Juárez, la ciudad devorando a sus hijas, Alejandra Sánchez ha sido reconocida por las películas “Desdentado desde entonces” (2005) y “Ni una más” (2001) y Agnus Dei, Cordero de Dios (2011); en esta último documental, Sánchez aborda el complicado tema de la pederastia y la religión en México. Su trabajo puede ser seguido a través de la plataforma FilminLatino.

Su trayectoria

Alejandra Sánchez es egresada de la carrera de comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); se especializó en cine en el Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM

A lo largo de su carrera ha participado en diversos festivales y se ha hecho acreedora a 41 premios, entre ellos un Ariel como revelación femenina por su trabajo Seguir Viviendo (2014)

FRASES:
“El cine es una ventana a la reflexión, un instrumento para que la sociedad cambie”.

“Estamos en un proceso de evolución como sociedad y es para mí una necesidad construir un México más justo”, Alejandra Sánchez, Cineasta

LEG