La violencia se ha recrudecido en los últimos días en distintos puntos del país. Las imágenes de masacres se han multiplicado en Tamaulipas, Zacatecas, Morelos, Guanajuato y Estado de México, por citar algunos estados, como reflejo de una crisis que se vive a nivel nacional y que podría representar el principal problema que enfrentan las autoridades federales, sin que haya mayores resultados hasta el momento.
Desde el sábado pasado, cuando 19 personas perdieron la vida en las calles de Reynosa, Tamaulipas, de los cuales 14 eran civiles, las amenazas del crimen organizado y los enfrentamientos con las fuerzas del orden han provocado una inédita situación de pánico e incertidumbre en aquella ciudad fronteriza.
El martes por la noche, en un bar ubicado en Jiutepec, Morelos, dos hombres dispararon a mansalva en contra de tres personas que se encontraban en una mesa. Las imágenes de este hecho, en el que un comensal murió en el lugar y dos quedaron gravemente heridos, muestran la facilidad con la que los delincuentes operaron y lograron huir.
Antier, los cuerpos sin vida de dos policías estatales de San Luis Potosí fueron hallados colgados en un puente del municipio de Fresnillo, Zacatecas, en una escalofriante escena en la que quedó evidenciada la vulnerabilidad de la autoridad frente al crimen organizado.
En otro hecho ocurrido ese día en el mismo municipio, sicarios dispararon en contra de un grupo de personas, en el que siete adultos perdieron la vida y dos fueron lesionados de gravedad. Cinco niños habrían resultado ilesos.
En Salvatierra, Guanajuato, el lunes pasado, delincuentes dispararon en contra de un grupo de personas que se encontraban en un taller mecánico. En la agresión perdieron la vida siete vecinos de ese municipio, de los cuales dos eran menores de edad.
El diario Sol Yucatán hizo un recuento del número de ejecuciones registradas el pasado martes en distintos puntos de México, con una macabra cifra de 69 muertes, tan solo en un día.
Así el país esta semana. Algo anda mal en el tema de seguridad en prácticamente todo el territorio. Mientras las ejecuciones se cuentan por decenas cada día, el presidente López Obrador ocupa la mayor parte de su tiempo, al menos el público, en referirse a las clases medias, a los medios de comunicación que no le son afines y a quienes considera adversarios de su proyecto gubernamental.
Bien podría el primer mandatario invertir su enorme capital político y el refrendo que los ciudadanos dieron a su Gobierno durante el reciente proceso electoral para activar toda la capacidad del Estado a fin de frenar esta creciente ola de violencia. De no ser el caso, el crimen organizado seguirá operando con la misma facilidad e impunidad que ha demostrado tener.
Segundo tercio. Mucha preocupación ha generado en la sociedad queretana la posible demolición de la plaza de toros Santa María. No se trata de un debate en favor o en contra de la fiesta brava sino de la preservación de un ícono de esa ciudad. Políticos, empresarios y artistas han expresado su rechazo a este proyecto que surgiría como resultado de la venta del inmueble.
Tercer tercio. Luis Nava, presidente municipal electo de Querétaro, tiene en sus manos la oportunidad de salvar este lugar que ha sido escenario de múltiples espectáculos de corte internacional. Buen mensaje enviaría a sus futuros gobernados al preservar este sitio.
@EdelRio70