El grito lo popularizó Fidel Castro. Lo dijo en un discurso para el funeral por el centenar de víctimas de la explosión del barco francés “La Coubre“, el 5 de marzo de 1960. Cuatro años después lo usó Ernesto “Che” Guevara en la ONU. Ayer se escuchó de nuevo.

La Asamblea General de Naciones Unidas condenó -por 29 ocasión-, el embargo estadounidense impuesto a Cuba hace casi 60 años por 184 votos contra dos… los de Estados Unidos e Israel. Hubo tres abstenciones: Ucrania, Brasil y, por segunda vez, Colombia, aliado de Washington.

En 2019, durante la presidencia del republicano Donald Trump, el gobierno brasileño del ultraderechista Jair Bolsonaro votó contra la resolución cubana que condena el embargo.

Por primera vez desde 1992, el voto anual de condena al embargo estadounidense contra la isla fue suspendido en 2020 debido a la pandemia de coronavirus.

“Como el virus, el bloqueo asfixia y mata y debe cesar. ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez Padilla, al culminar un discurso presencial de 30 minutos en la Asamblea General.

El embargo estadounidense, impuesto a La Habana hace 59 años y endurecido en varias oportunidades, no ha logrado derribar el gobierno del Partido Comunista cubano.

El canciller indicó que desde que el presidente John F. Kennedy impuso el embargo a Cuba, en febrero de 1962, en plena Guerra Fría, menos de un año después de que Fidel Castro declarase el carácter socialista de la revolución, éste ha provocado perjuicios a la isla por 147 mil 853 millones de dólares a precios corrientes.

“El daño humano del bloqueo es incalculable. La vida de ninguna familia cubana escapa de esta política”, lamentó.

Estados Unidos defendió en la Asamblea las sanciones contra Cuba como una manera de “hacer avanzar la democracia, promover el respeto de los derechos humanos y ayudar al pueblo cubano a ejercer sus libertades fundamentales” en la isla.

 

LEG