Conmigo está el consejo y el buen juicio, Yo soy la inteligencia, mío es el poder (Proverbios 8: 14)

Después de casi un año y medio de la pandemia, de dimes y diretes de que cientos de científicos del orbe que nos dicen una cosa, los otros no, y los que aconsejan no vacunarse, el problema del Covid-19 puede tornarse aún más difícil por lo que está pasando en la India, nuevamente en China y la infinidad de países que han vuelto a confinamientos o a cerrar fronteras. Están mutando/apareciendo nuevas cepas. Por ende, hay que estar bien informados, no quitarse el tapabocas, sólo en casa, lavarse las manos continuamente, utilizar gel antibacterial y no amar los tumultos. Los mexicanos  (en general) hacemos caso omiso de lo anterior y no nos gusta el orden. O sea, después de esta breve pausa de esta pandemia que es una lección para la Humanidad, basta leer algunos capítulos de la Biblia –AT y NT, Reina Valera–, para entender, hablo de creyentes, no de incrédulos o de los que dicen tener una biblia en casa y jamás la han abierto, que las pandemias siempre han existido desde la época del Faraón que no dejaba salir a los judíos de Egipto, y Dios le mandó decir a través de su siervo Moisés que vendrían muchas plagas—. Pero todo esto será tema de una nueva entrega.

Los que se esfuerzan y los que no desean trabajar

Hablando de los restaurantes clásicos y famosos, sabemos que desaparecieron el Churchill´s , Gloutonnerie, Brasserie Lipp, y otros, pero feudos como Hacienda de los Morales (Armando Palacios), Les Moustaches (Luis Gálvez Pérez de Aragón), San Ángel Inn (Paty Debler y socios), los Hunans, Nobus, Proseccos, Sylvestres, etcétera (familia de Pepe Cuaik), Estoril (de los hermanos Martin), Almara (Guy Santoro, chef ejecutivo, del Grupo Brisas de la familia Cosío), Arturo´s, Rosetta (Roma y Condesa, de Elena Reygadas), Club de Industriales (José Carral Escalante), Aud Pied de Couchon, The Palm, Alfredo di Roma (todos, de Presidente InterContinental), Bakea (chef Vicente Echegaray), Zibu–Acapulco (chef Lalo Palazuelos Wichtendahl), Banquetes Susana Palazuelos; Café des Artistes (Chef Thierry Blout, pionero de la alta cocina francesa en Vallarta, Nuevo Vallarta y Riviera Nayarit), Pujol (al propietario se le han subido los humos y eso que también tiene el Cosmé de Nueva York, donde su socia fue nombrada la mejor chef del orbe), El Bajío de Azcapotzalco, Rincón Argentino, Los Cambalaches y Puertos Maderos (Oscar Cremasco) y otros; Casa Merlos (Lucila Merlos), Azule–UNAM, Azul–Condesa y Azul Downtown–Centro Histórico (monsieur Ricardo Muñoz Zurita); los Bajíos (de la Tititita Ramírez Degollado), Agua y Sal (chef Rodrigo Estrada), Aitana y Emilio´s (Alberto Ituarte, que vendió antes de la pandemia casi todos sus exitosos restaurantes), Al Andalus (chef Mohamed Mazeh), Alcalde de Guadalajara (chef Francisco Ruano), Dulce Patria (Martha Ortiz Chapa), Contramar (Gaby Cámara, propietaria), Cocina de Autor (Mikel Alonso y Bruno Oteyza), Garum, Casa Oaxaca (chef Alejandro Ruiz), Carolina (chef Miguel Soltero, del Hotel St. Punta Mita, Nayarit), Club France (Alberto Weill y Laurence), Carlota (chefs Joaquín Cardoso y Sofía Cortina), Blanco Castelar—Polanco (chef César de la Parra), entre otros.

Y sumo más…

Trío (Vallarta), Amaranta–Toluca (chef Pablo Salas), Agua y Sal ( chef Rodrigo Estrada), El Mural de los Poblanos y CasaReyna (Puebla), Aperi (Guanajuato), Sud 777 (Pedregal, Ciudad de México), Ivoire (Polanco, México), los 3 o 4 Cardenales (familia Briz), y en Baja California (hay varios, Finca Altozano, Misión 19, Manzanilla, Laja, Fauna; Deckman´s en el Mogor (Valle de Guadalupe), Tierra y Cielo (Chiapas), La Tradición, Casa Lecanda, Merci, Kinich, Rosas & Chocolate, Ixiím (Chocholá, Yucatán),  y muchos más. Felicito a mis colegas Claudio Poblete Ritschel, Marco Beteta, José Cabrera, Carmen Escalante, Alberto Cinta, Rose Ruiz de Cinta, quienes como yo, amamos los mejores restaurantes del país y muchos de ellos se ubican en los mejores hoteles de nuestro México. Lástima, que hayan desparecido muchos por el problema de la pandemia. 

Ante la mención de un presunto acto de acoso sexual en SIF ICAP que fue publicado el jueves 17 de junio del 2021 en esta columna  “AD-HOC” en la edición impresa y digital de 24 HORAS, me permito hacer las siguientes aclaraciones: En SIF ICAP existen canales de denuncia anónima y protocolos internos para responder a denuncias o quejas de presuntos acosos o malos tratos dentro de la empresa. Hemos realizado un análisis involucrando a nuestras áreas de Recursos Humanos y Cumplimiento Normativo y no tenemos ninguna denuncia  de acoso sexual que haya sido canalizada en nuestros canales internos de denuncia. Asimismo, en SIF ICAP nunca se ha obligado a renunciar a un colaborador que haya realizado alguna denuncia interna. Por este medio, solicito a usted la publicación de esta información aclaratoria en la misma columna de 24 HORAS. Atentamente para Alberto Maya, Coordinador de Comunicación de SIF ICAP. Y hasta la próxima, ¡abur!

@castillopesadoe