Foto: AFP El presidente francés Emmanuel Macron y la dirigente de la extrema derecha Marine Le Pen votaron ayer. Muchos pesos pesados de la política iraní fueron impedidos de participar en la elección. Raisi es visto como cercano al ayatolá Ali Khamenei.  

El ala ultraderechista en los Estados del mundo está presente de diversas formas, ya sea en partidos políticos formales o en grupos o asociaciones con valores nacionalistas a veces extremos, incluso “antisistema” o fascistas.

Este fin de semana dicho polo francés sufrió un revés, mientras que el iraní avanzó, aunque con miramientos.

La ultraderecha francesa de Marine Le Pen sufrió un revés este domingo en la primera vuelta de las elecciones regionales, donde la oposición tradicional de derecha consiguió una cómoda victoria a menos de un año de las presidenciales.

A nivel nacional, el partido de derecha obtendría 29% de los votos, por delante de la ultraderecha (18.5%) y de los socialistas (18%), según estimaciones de varios sondeos.

El partido presidencial, La República en Marcha (LREM), sufrió también una severa derrota y sus probabilidades de ganar una región son casi nulas.

Con apenas cuatro años de existencia, la formación centrista del actual presidente Emmanuel Macron no ha logrado implantarse a nivel local, no obstante puede ser decisiva de cara a la segunda vuelta para impedir el ascenso de la extrema derecha.

“No voy a andarme con rodeos: sí, por supuesto que estamos decepcionados por haber conseguido este resultado”, dijo el jefe del partido presidencial, Stanislas Guerini.

En tanto, los ultraconservadores de Irán celebraron la victoria del clérigo Ebrahim Raisi en la presidencial como “una nueva era”, mientras Estados Unidos denunció una elección injusta e Israel dijo que es el presidente “más extremista hasta la fecha”.

Raisi, de 60 años, jefe ultraconservador de la Autoridad Judicial, fue declarado ganador de la presidencial el sábado, con casi el 62% de los votos.

La elección celebrada el viernes estuvo marcado por un alto nivel de abstención. Con un 48.8%, la participación fue la más baja registrada en una presidencial desde la proclamación de la República Islámica, en 1979.

Para el diario conservador Resalat, la elección de Raisi marca “el amanecer de una nueva era”.

Raisi, un hoyatoleslam (rango inferior al de ayatolá en la jerarquía del clero chiita), era el favorito por falta de competencia real tras la descalificación de sus principales oponentes.

El clérigo, que debe suceder al moderado Hasan Rohani en agosto, hereda un país sumido en una grave crisis económica.

Signos y síntomas. En el país de Emmanuel Macron, donde compiten la derecha contra su polo extremista, este último perdió terreno; en la presidencial de Irán ganó el favorito esperado, con altos costos, como una abstención histórica

RETROCESO EN EUROPA

29%
habría obtenido el partido de derecha en Francia ayer

18.5%
conseguiría en las urnas en de ultraderecha en ese país

18%
pudieron haber obtenido en las votaciones los socialistas

¿AVANCE EN ORIENTE MEDIO?

62%
de los votos le valió a Raisi ganar las elecciones en Irán

48.8%
fue la participación del ejercicio en urnas, inédito por bajo

1979
se proclamó la República; el viernes fue récord de ausencia

Al margen, acuerdo nuclear iraní

El guía supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, será quien decida sobre el futuro del acuerdo nuclear, no el nuevo presidente Ebrahim Raisi, dijo el domingo Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Joe Biden.

“La decisión final sobre si (Irán) vuelve al acuerdo depende del líder supremo”, dijo Sullivan en una entrevista con la cadena ABC.

El ultraconservador Ebrahim Raisi fue declarado ganador de las elecciones iraníes del sábado.

Gran Bretaña, China, Alemania, Francia, Rusia e Irán llevan a cabo desde abril reuniones bajo el paraguas de la Unión Europea en un intento por resucitar el acuerdo nuclear de 2015, con la participación indirecta de Estados Unidos.

Ayer estaba prevista una última reunión antes de una pausa en las conversaciones. Los negociadores dijeron que la elección de Raisi no debería afectar a las conversaciones en curso.

“Queda un largo camino por recorrer en las cuestiones clave, incluidas las sanciones y los compromisos que deben asumir”, dijo Sullivan.

En Armenia pesó el conflicto bélico

Los armenios empezaron ayer el recuento de votos tras unas elecciones legislativas anticipadas peligrosas para el primer ministro reformista, y que podrían desatar protestas tras la derrota militar en Nagorno Karabaj, percibida como una humillación nacional.

El experiodista Nikol Pashinyan, de 46 años, convertido en jefe de gobierno en 2018 a raíz de una revolución pacífica contra las élites corruptas, se enfrentó al expresidente Robert Kocharián, de 66 años, quien acusa a su rival de incompetente.

Resultados preliminares apuntaban que el partido de Pashinyan iba en cabeza, con 61.7% de los votos, por delante de la alianza de Kocharián (17.6%).

La popularidad récord de Pashinyan se derrumbó después de que Armenia fuera derrotada en la guerra contra Azerbaiyán en 2020. Tras seis semanas de combates que causaron más de 6 mil 500 muertos, Ereván tuvo que ceder territorios que controlaba desde una primera contienda bélica en 1990 por Nagorno Karabaj, una región secesionista de Azerbaiyán.
LEG