Debido a la sospecha de insultos racistas en la Puskás Arena de Hungría, la UEFA decidió aplicar el Reglamento Disciplinario con base en el artículo 31 (4), para lo que ha designado a un inspector que investigue los posibles actos discriminatorios durante los dos primeros partidos del seleccionado local en la Eurocopa.
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El estadio que lleva por nombre el de la leyenda húngara es el único recinto en el que se permite la entrada total de la capacidad. La mayoría de los aficionados que han estado presentes son locales han abarrotado las gradas para apoyar a su selección la cual está prácticamente eliminada de la Eurocopa.
Se sospecha que aficionados húngaros lanzaron insultos racistas contra jugadores portugueses y franceses, lo que ha llevado a la UEFA a tomar la determinación de investigar esa situación.
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De encontrarse como verdadera esta sospecha, la sección húngara sería sancionada para futuras competencias regidas por la UEFA o FIFA que podrían llegar a ser desde partidos a puerta cerrada hasta la suspensión o exclusión de algún torneo o eliminatorias.
EAM