Certificarse en inglés, francés y concluir dos licenciaturas son los sueños que Brenda Valdez, de 24 años, ha logrado gracias al empeño que caracterizó a su padre hasta su último aliento de vida. Hace unos días la joven finalizó el trabajo final con el que obtendrá el título en Negocios Internacionales, pero que también dedica a su “héroe incondicional, guardián, su más fiel admirador y el hombre que más la amó”, así como ella lo llama.

“Él fue totalmente en contra de todos los estigmas con los que creció porque al venir de una comunidad indígena, tenía la creencia de que el peor error que puedes cometer es invertir en una mujer que en un futuro se va a casar”, resaltó Brenda Valdez en entrevista sobre su padre, llamado Mario Valdez y a quien conocían como “Don Valdez”, ya que provenía de una familia con ascendencia Otomí y pese a las ideas inculcadas desde su juventud, decidió apoyar incondicionalmente el desarrollo académico de su hija.

“Una de las cosas que más admiraba de él era su espíritu trabajador e incansable, siempre buscaba más formas por si no completaba la ganancia del día”, comentó Brenda, agregando que su padre era comerciante y salía a trabajar a partir de las nueve de la mañana, finalizando su dura jornada a las siete de la noche.

Algunos de los momentos más especiales que Brenda atesora junto a su héroe incondicional sucedieron durante su etapa de kínder y primaria, “una vez mi mamá se tuvo que ir y me quedé con mi papá, él nunca me había preparado para ir a la escuela pero ese día lo tuvo que hacer. Hizo su máximo esfuerzo peinándome y la verdad no fue el mejor peinado, fui al kínder con las colitas chuecas, pero él hizo un esfuerzo”.

Desafortunadamente, Mario Valdez falleció cuando comenzaba la contingencia, debido a problemas cardiovasculares relacionados con la diabetes; sin embargo, el padre de Brenda fue víctima de discriminación médica debido al rechazo por parte del personal del Instituto Nacional de Cardiología, ya que se creyó que había contraído Coronavirus cuando sus síntomas sólo eran muy similares.

A pesar de que Don Valdez fue un padre un poco estricto, Brenda destaca su apoyo incondicional, pero sobre todo, su confianza en ella. Es por ello que Brenda plasmó las siguientes palabras en la dedicatoria de su trabajo de titulación: “¡Lo logramos, papito! Mi más grande amor y gratitud para ti hasta el cielo”.

LEG