El candidato izquierdista Pedro Castillo se mantenía la víspera adelante en el escrutinio de la elección presidencial del domingo en Perú, sin embargo, su rival derechista Keiko Fujimori reducía la distancia.

Castillo tenía 50.26 por ciento de los votos, sobre 49.73 por ciento de su adversaria, una diferencia de casi 80 mil sufragios, tras escrutarse el 96.5 por ciento de las mesas de sufragio, pero la contienda sigue abierta, pues en un margen de 15 horas la diferencia se redujo en 14 mil votos.

Dicha reducción era previsible con la llegada de las actas del extranjero, comentó la politóloga peruana Jessica Smith: “El margen se va a seguir estrechando, ahora las impugnaciones (de actas de mesas de votación) pasan a ser cruciales para decidir la elección”, agregó la académica de la Universidad Central de Chile.

Y es que la derechista denunció la noche del lunes irregularidades y lo que llamó “indicios de fraude” en el ejercicio del domingo pasado.

“Hay una serie de irregularidades e indicios de fraude en la mesa de votación”, afirmó en rueda de prensa Fujimori, quien encabezaba inicialmente el conteo desde la noche del domingo, pero luego fue superada por su adversario izquierdista, a medida que avanzaba el flujo del voto rural.

“Hay una clara intención de boicotear la voluntad popular”, aseguró la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, quien mostró un par de videos y un par de fotos para avalar sus denuncias, entre éstas la de un acta de votación de una mesa rural en la que su adversario obtuvo 187 votos y ella ninguno.

Por su parte, el partido Perú Libre de Castillo pidió en un comunicado que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) “cuide la correcta protección de los datos de los votos al procesarlos y publicarlos”.

En línea con su lideresa, unos 200 manifestantes fujimoristas se congregaron la tarde de ayer a protestar “contra el fraude” afuera de la ONPE, en Lima.

“Queremos justicia, que se respete el voto de los ciudadanos peruanos”, dijo Ileana, quien alzaba una pancarta que decía “no al comunismo disfrazado”.

La Oficina niega la posibilidad de fraudes, así como la presidenta de la Asociación Civil Transparencia, Adriana Urrutia, que indicó a El Comercio: “No hay ninguna evidencia que nos permita hablar de fraude electoral”.

 

LEG