La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) designó a Brasil como la nueva sede de la Copa América 2021 tras suspender definitivamente el torneo en territorio argentino debido a la alza de contagios por Covid-19. Esto, a menos de 15 días de inaugurarse el evento este 13 de junio, según lo programado.

Ante el anuncio de la confederación, numerosas críticas se desataron en Brasil por parte de personajes de la vida pública y usuarios de redes sociales. Argumentaron que, en este momento, el país no es apto para albergar una competición de ese tamaño y criticaron la falta de empatía del presidente, Jair Bolsonaro.

Esta reacción responde a que el país más grande de Sudamérica se posiciona como la segunda nación con más muertos en el mundo por coronavirus, con poco más de 450 mil según cifras oficiales. Sólo detrás de Estados Unidos con 600 mil. Sin embargo, este último cuenta con 41% de su población vacunada, mientras que sólo el 10% de brasileños ha sido suministrado con las dos dosis.

Lula Da Silva, ex mandatario de Brasil y, nuevamente candidato por la presidencia, presentó un recurso ante el Sistema Tribunal Federal, la máxima corte brasileña, con el objetivo de suspender las negociaciones vinculadas a la realización de la Copa América en el país. “Es irresponsable y pone en riesgo a la salud de la población y las delegaciones extranjeras”, expresó en el comunicado.

Por su parte, Luiz Eduardo Ramos, Jefe de Gabinete de la Presidencia de Brasil, habló horas después del comunicado de la CONMEBOL y señaló que la celebración de la justa deportiva en el país no está asegurada. Ramos aseveró que fue la Confederación Brasileña de Fútbol la que aceptó la sede del torneo, mas no el gobierno federal.

Sin embargo, la mañana de este martes, Jair Bolsonaro declaró en conferencia que fue consultado por la Confederación Brasileña de Fútbol acerca de la realización del certamen. “Por nuestra parte es positivo”, dijo el mandatario. Según Bolsonaro, se conversó sobre el tema con todos los ministros de su gabinete, incluido el de salud. “Ya está acordado” señaló.

Desde el anuncio de Bolsonaro, las críticas se han aseverado por parte de especialistas sanitarios y grupos políticos, así como de la población en general, quienes temen una tercera oleada por Covid-19 en el país.

El mandatario brasileño justificó su decisión argumentando que desde hace meses se vienen disputando torneos internacionales en el país y que en la Copa América se aplicaría el mismo protocolo de salubridad.

Aunque el gobierno federal esté dispuesto a albergar la justa deportiva, hay gobiernos regionales que están en desacuerdo con la celebración del torneo. Además, esta decisión es combustible para las multitudinarias protestas que atraviesa Brasil en contra del gobierno de Bolsonaro. Pero, de no lograr un cambio de postura, la Copa América de la CONMEBOL se estaría disputando del 13 de junio al 10 de julio, sin público en los estadios y en suelo brasileño.

 

PL