@guerrerochipres

La ciberseguridad requiere la misma o mayor prevención que la requerida ante la delincuencia presencial.

Los avances tecnológicos y la pandemia aceleraron el desplazamiento de un alto porcentaje de las actividades diarias, legales e ilegales, al universo virtual. Los archivos importantes, desde documentos hasta fotos o videos, los guardamos en dispositivos móviles, computadoras o en la nube; los protegemos con una clave o password.

Empresas y gobiernos almacenan contratos o documentación legal o financiera, junto a mucha otra información delicada y confidencial.

Por ello la implementación de mecanismos de seguridad es más que nunca una necesidad impostergable y un mercado al que ya acuden, así sea minoritariamente, empresas, Gobierno y particulares.

El hackeo a los sistemas de la Lotería Nacional, en el que los ciberdelincuentes se apropiaron de información de la dependencia, es tanto una crisis de seguridad como una crisis de imagen de esta bicentenaria institución. 

El ataque es del tipo conocido como ransomware, en el que los delincuentes cibernéticos secuestran equipos y sistemas informáticos y demandan un rescate económico al mismo tiempo que se representa creíblemente como amenaza para todo el sistema.

De acuerdo con estimaciones de la revista financiera Forbes, en el 2020 este tipo de embates representaron ganancias hasta por 370 millones de dólares, un negocio delictivo que podría llegar a ser tan redituable, por inmediatez y volumen de lucro delincuencial, como lo es el narcotráfico, el tráfico de armas o la trata de personas.

Los factores clave para que situaciones como estas se hayan agudizado tienen que ver, en parte, con la falta de concientización de los empleados y directivos hacia la ciberseguridad. El trabajo en casa, la instalación y uso de programas para conferencias o juntas virtuales con excesiva liberalidad son otros elementos que pudieron contribuir.

En el plano doméstico, la ciberseguridad parece ser un pendiente aún mayor. Un ciberataque podría significar desde el robo de identidad hasta extorsión o la pérdida de datos relevantes, como fotos que pueden ser empleadas para crear perfiles falsos en redes sociales que dan lugar a otro tipo de delitos.

Entre 2020 y este año, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México se han recibido más de tres mil 200 reportes por diversos ciberdelitos.

Elijamos contraseñas seguras, mantengamos cuidado con los archivos adjuntos o links en correos electrónicos. Reportemos y denunciemos.

El Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo, cuenta con un área de Inteligencia Cibernética en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y la Fiscalía General de Justicia tiene un departamento especializado para investigar estos delitos.

Además, el Consejo Ciudadano recibe reportes y ofrece asesoría jurídica y psicológica gratuita, 24/7, en su Línea de Seguridad o Chat de Confianza 55 5533 5533, y se mantiene un diálogo práctico con el área respectiva de la Guardia Nacional.