En caso de no acrecentarse el presupuesto a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), se podría agravar la cantidad de incendios en el país, advirtieron expertos.

Danae Azuara, directora de Soluciones Climáticas Basadas en la Naturaleza, de la organización Iniciativa Climática de México, dijo a este diario que los siniestros en el país cada vez son más frecuentes y seguirán aumentando debido al cambio climático.

Por ello, la especialista en el tema de incendios reiteró la necesidad de que las instituciones estén preparadas y tengan listos los recursos suficientes para afrontar el problema.

“Se requiere más financiamiento y generar más capacidades; invertir en prevención siempre será mejor que afrontar los costos de no estar preparados y que se incrementen las pérdidas”, observó.

“Invertir en la salud de nuestros ecosistemas es invertir en el bienestar de todo el país y en particular de aquellos que son más vulnerables. Deberíamos de estar pensando en darle más calidad a estos temas ambientales y estamos viendo cada vez menos recursos y menos capacidades para enfrentar los incendios”, abundó Azuara.

Por su parte Carlos Samayoa, coordinador de Ciudades Sustentables de Greenpeace-México, expuso que las autoridades deben tomar en cuenta la perspectiva integral de las cuencas y hacer manejos integrales socioambientales con ellas.

En ese sentido, el activista llamó a garantizar una infiltración pluvial adecuada que restaure los ciclos del agua y mantener así las condiciones de humedad de los suelos, lo cual es necesario para evitar incendios que cada vez se propagan de manera más fácil.

“El cambio climático es un factor que aumenta la temperatura del aire; entonces esto genera las condiciones más propicias para que los incendios pueden propagarse de una manera mucho más fácil de lo que pasaba hace una o dos décadas atrás”, apuntó.

Samayoa señaló que hace falta reconsiderar el presupuesto a los niveles locales que se involucran en las tareas de mitigación del fuego, área donde se requieren más recursos.

El especialista reconoció que aunque aún no es el momento, se debe hacer una evaluación precisa de cómo las colaboraciones con otros órganos e instituciones del Gobierno han funcionado para erradicar los incendios.

“Probablemente al final de este año podremos dar un balance más exacto de cómo estas colaboraciones rindieron resultados, y hacer ese análisis de si este recorte de presupuesto y el fortalecimiento de las colaboraciones está dando buenos resultados, o en realidad hay que representar otras áreas”, señaló.

Recorte tras recorte

En su edición del pasado 29 de abril, 24 HORAS informó que los incendios forestales y su impacto en el área afectada van en aumento, al tiempo que se redujo el presupuesto de la dependencia encargada de su combate en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los recursos asignados este año a la Conafor se redujeron en 41% en comparación con el último año de la pasada administración, al pasar de tres mil 991 millones de pesos (mdp) a dos mil 362 mdp en 2021, es decir, mil 629 mdp menos.

Además, el presupuesto para el programa de control de incendios se vio disminuido en 33.42% en el mismo período, pues en 2018 contaba con mil 86 mdp, mientras que este año apenas alcanza 723 mdp.

En tanto, los incendios forestales y la superficie afectada van en aumento este año. Del 1 de enero al 22 de abril pasado, sumaron cuatro mil 129 incendios que afectaron 159 mil 674 hectáreas, cifra mayor a la reportada en el mismo período de 2019, cuando se registraron tres mil 517 incendios y un daño en 104 mil 662 hectáreas, de acuerdo con informes de la Conafor.

“Contra el fuego, cabeza fría”

Pese a la adrenalina que se siente apagar un incendio, se debe actuar con la cabeza fría, indicó Juan Ruperto Vergara González, brigadista de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

De lo contrario, podría ocasionarse un accidente y poner en riesgo la integridad de los demás brigadistas.

“Uno siente la adrenalina que fluye, pero en ese momento hay que tener cabeza fría y actuar de manera normal; las actuaciones de prisa conllevan accidentes y ponen en riesgo la integridad de los participantes”, explicó a 24 HORAS.

Vergara añadió que para apagar un incendio, el protocolo inicia con una validación para saber qué zona y cómo se está quemando, luego conocer la condición del lugar y los riesgos que conlleva la conflagración.

Posteriormente, se hace un plan de ataque que incluye la seguridad de los participantes y diseñar rutas de escape para conocer por dónde se puede salir de la zona, o si es el caso, poder abortar la misión.

Finalmente, llega la parte operativa donde tiene que haber una confirmación del fuego para que se mande a los brigadistas.

El trabajador señaló que hay dos estrategias para inhibir el incendio: un ataque indirecto o de manera directa con brechas corta fuego y una línea de control.

Expresó que antes de entrar a la acción, ruega por su familia y por sus compañeros.

“Hago una oración inmediata, ruego por mi familia, los compañeros e integrantes que participamos. Es un acto de riesgo y hay que tener claro que los riesgos pueden ocurrir”, reconoció.

Finalmente, pidió a los habitantes que se sumen a esta actividad responsabilizándose y evitando provocar incendios, además de asegurarse de apagar fogatas correctamente.

“Quisiéramos que se sumen a esta actividad en la responsabilidad de cada individuo, respetando y evitando provocar incendios, teniendo las medidas adecuadas de inhibir el fuego cuando se hace uso de él en los bosques”, concluyó.
LEG