Chelsea se coronó monarca continental con un grupo de jugadores que debutaron a lo grande y otros que tuvieron su revancha.

Difícil pensar que los Blues terminarían ganando el gran juego en las primeras jornadas de la temporada con Frank Lampard, pues a pesar de la gran inversión en refuerzos, el equipo no marchaba.

Fue a la llegada de Tuchel que los londinenses encontraron el funcionamiento y los jugadores su mejor nivel.

Kai Havertz, el autor del gol del título, apenas y destacaba en el equipo, pero al final terminó justificando ser el fichaje más caro en la historia del equipo.

“Honestamente me importa un demonio ser el fichaje más caro. Lo importante es que ganamos la Champions League“, dijo el seleccionado alemán tras el triunfo.

Uno de los que puede dar testimonio de ambos lado es Thiago Silva, quien perdió la final del año pasado siendo jugador del PSG. Recaló en Stamford Bridge y colaboró para que los Blues alzarán la segunda Orejona.

Si de reivindicación a través del trabajo se trata, está Thomas Tuchel. El técnico que dirigió al PSG la temporada anterior, tuvo su revancha inmediata y certificó que su labor no fue suerte, pues desde que tomó al Chelsea, ganó todos los cruces contra el City y Guardiola.

Todos quieren a Kanté

De entre todos se destaca un jugador que no quiere ser el destacado. Su timidez hace que los aficionados le guarden más aprecio y los analistas lo pongan como piedra angular del funcionamiento. Así es la figura de N’golo Kantė.

El medio francés vuelve a ser protagonista de otra gesta, cono si no fueran suficientes las que ya ha conseguido.

Desde su debut hace una década en el futbol, Kanté dolo ha sabido ascender.

De la segunda división del futbol galo, a conquistar la Premier con el Leicester, de ganar la Copa del Mundo con Francia a la Liga de Campeones con Chelsea. En todos los equipos como pieza clave y en todos el más ecuánime.

Solo hay felicidad

Lo aficionados del Chelsea desbordan la emoción y alegría generada por ver a su equipo campeón de Europa. Como en la primera vez hace 10 años, no eran favoritos, sin embargo, desafiaron los pronósticos.

En Portugal, los ingleses que acompañaron a los Blues viven todavía una fiesta que se prolongará por días. En Inglaterra, la euforia está desatada en Londres, pero hoy puede detonar más cuando sus ídolos festejen junto a sus hinchas la gran hazaña.

LEG