Después de once días de hostilidades, el 21 de mayo, se acordó un alto al fuego entre Hamás (el gobierno palestino en la Franja de Gaza), y el ejercito israelí. Pero, este conflicto inevitablemente volverá a estallar, puesto que no se han solucionado los problemas de raíz.

La fuente del conflicto entre Israel y Palestina es el territorio donde habitan, este se encuentra en la región de Medio Oriente y comprende el área entre el mar Mediterráneo y el río Jordán. Ambos Estados quieren lo mismo un estado libre y soberano, el problema yace en que lo quieren en el mismo territorio.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) trató de resolver este problema al dividir el territorio en dos Estados. El obstáculo con esta resolución, es que Palestina perdió territorio a expensas del estado israelí e Israel está rodeado de enemigos.

El Medio Oriente es una región predominante musulmana y naturalmente aliada de Palestina, que también es un país con mayoría musulmana. Por lo que, Israel ha tenido que pelear numerosas guerras con sus vecinos para defender su territorio. Por ello, ha tenido que tomar una posición extremadamente ofensiva, para proteger su integridad territorial.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu declaró antes la ONU que: “Los israelíes desean conseguir una paz duradera y reconocer al Estado palestino, pero necesitan garantizar la seguridad y soberanía de su nación”.

Para Israel, su principal preocupación es mantener la soberanía e integridad de su estado, por lo que, el obstáculo más grande es la coexistencia con Palestina, y sus vecinos.

Palestina, por otro lado, inicialmente perdió la mitad de su territorio tras la resolución de la ONU y paulatinamente ha perdido más territorio al estado israelí. Principalmente, por las guerras peleadas y perdidas y por sus asentamientos ilegales.

Los asentamientos ilegales israelíes son una política sistemática del gobierno que confiscan tierras de los Palestinos y las habitan con colonos israelíes.

Por lo que, para Palestina la condición más importante para poder lograr una paz duradera es frenar el expansionismo israelí, recuperar el territorio perdido y lograr la soberanía absoluta sobre su territorio.

Las condiciones de ambos Estados para una paz duradera no son necesariamente incompatibles, por lo que hay una posibilidad de poder lograrla. Pero, mientras no se resuelvan estos problemas no habrá paz y estabilidad en el Medio Oriente.

LEG