Los pupitres y bancas de las aulas llevan ya más de un año vacíos, ya no hay niños a quién decirles que dejen de platicar y se pongan a atención, sin embargo, el trabajo de los maestros no ha parado, han tenido que reinventarse y enfrentar nuevos desafíos.

“El reto más grande que hemos tenido que enfrentar al tener que dar clases de manera virtual no ha sido la tecnología, sino el hecho de no tener a los alumnos de forma presencial, pues en su casa se distraen con cualquier cosa”, señaló la maestra María Elena Pérez, coordinadora de plantel del Colegio Buckingham.

Comentó que no poder tenerlos cerca y verificar si están trabajando en lo que se les pide ha complicado las cosas y en algunos casos afectado el rendimiento de los alumnos.

“Al no poder estar nosotros detrás de ellos, no toman los temas o los toman incompletos y eso se refleja a la hora de los exámenes, por ejemplo, a lo mejor eran niños de ocho y de repente bajan a siete, pero en general, los niños sí han estado aprendiendo”, refirió la profesora.

De ahí que lograr captar la atención de los alumnos se ha convertido en otro reto que les ha obligado a aprender cosas nuevas y replantear sus métodos de enseñanza, agregó.

“Ahora hay que buscar y poner un video para apoyar la clase, pensar en una actividad que los haga moverse y capacitarnos, pues hoy por hoy el uso de la tecnología se ha vuelto nuestra mayor herramienta, ya que los lapsos de atención que tiene los chicos también han cambiado y hay buscar materiales adicionales para hacerles más ágiles las clases.

Por su parte, el profesor León Pérez Vázquez, del Área de matemáticas de la Universidad Estatal del Valle de Ecatepec, comentó que los retos de las clases en línea para él, han sido el no poder comunicarse con todos los alumnos debido a que no todos tienen internet en casa, el uso de aplicaciones digitales y no lograr tener la fluidez de una comunicación continua.

“En lo personal considero que las clases en línea si han resultado para los alumnos autodidactas, pues en cierta forma se han hecho incluso más responsables en sus actividades, buscan más información y aprenden más, sin embargo, no todos aprenden de la misma manera y estudiantes que eran brillantes en clases presenciales bajaron su rendimiento académico.

“El mayor problema al que me he enfrentado con las clases on-line ha sido que los alumnos no cuenten con Internet en casa y sus dispositivos no carguen lo necesario para poder estudiar, y que hay alumnos que sí tienen los recursos necesarios para tomar las clases, pero no se conectan” señaló.

La profesora Rosa Estela López Gómez, de la Universidad Estatal del Valle de Ecatepec, comentó que “aprender a aprender de forma digital, diseñar- transformar estrategias de aprendizaje para la virtualidad y tener mayor flexibilidad por las situaciones de la pandemia, son algunos de los retos que le han tocado enfrentar.

Respecto al aprovechamiento escolar, coincidió en que los niños en general se adaptaron al cambio, aunque en estos casos el acompañamiento cercano es vital, y muchos de ellos sí se vieron afectados, pues papá o mamá tenían que trabajar y distribuir los tiempos entre sus empleos y la educación de los hijos, lo cual hizo evidente un exceso de trabajo.

FRASE:
“La forma de enseñar se ha transformado, ahora podemos ir a YouTube, ver experimentos y buscarles video, pero todo eso requiere de invertir más tiempo en estar buscando las estrategias para que los alumnos aprendan de una mejor manera”, Maestra María Elena, Pérez

LEG