El Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos investiga al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y a integrantes de su familia por presunto lavado de dinero.

La biografía delictiva camina a la par de la vida de alguien que a pesar de todas las acusaciones se dice inocente. La cuestión judicial es un asunto que lleva sus tiempos y tiene sus características propias.

Sin embargo, los panistas no pensaron ni un momento en asegurar que el gobernador de Tamaulipas era inocente, por el simple hecho de pertenecer a su partido. Situación que politiza la cuestión judicial y que responsabiliza a los legisladores locales de la entidad de complicidad, porque ni siquiera les había llegado la notificación oficial y ellos organizaron su blindaje en favor de Cabeza de Vaca.

Mientras se desgarran las vestiduras los panistas, las autoridades estadounidenses notificaron al Gobierno mexicano de nuevas pruebas contra Cabeza de Vaca, Ismael ‘G’, José Manuel ‘G’, José Ramón ‘C’, así como contra “diversas empresas comerciales, desarrolladoras e industriales, vinculadas con irregularidades bancarias, transferencias monetarias ilegales y operaciones ilícitas”.

Cabeza de Vaca es señalado por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada. Se le confiscaron propiedades cuyos costos no se justifican con sus ingresos y se le congelaron cuentas que rebasan lo que gana.

La Unidad de Inteligencia Financiera y la FGR señalan una simulación de la venta de un departamento en Santa Fe, adquirido por prestanombres y pagado en tres partes: con recursos públicos federales, transferencias hechas por empresas presuntamente vinculadas al Cártel de Sinaloa y con pagos de una compañía que participó en el esquema de desvío de recursos de la Estafa Maestra, lo cual quiere decir que no sólo hay panistas en su lista de delitos, sino que también habrá uno que otro priista involucrado.

Quienes llevaron esta acusación a los terrenos de la política fueron los panistas, porque pensaron que con ello podrían no sólo defender a quien es evidente no conocen a fondo, sino que, al considerarlo inocente, como ellos creyeron, intentarían golpear al sistema de justicia de la actual administración pública.

Sin averiguar más, la cúpula panista declaró perseguido político al gobernador de Tamaulipas, y ahora ante la petición de Estados Unidos, seguramente podrán darse cuenta del error que cometieron. Muchos integrantes de la cúpula panista tienen al vecino país del norte como el gran referente democrático y libre, algunos de ellos estudiaron allá, otros tienen a sus hijos viviendo y estudiando allá.

Las mayorías parlamentarias no siempre tienen la razón, sobre todo cuando actúan con desconocimiento del caso y sin vocación política. Porque ante la ingenuidad nada puede hacerse, pero sí ante la complicidad.

PEGA Y CORRE.- Conmovedora la marcha, en pleno 10 de mayo, de las madres de los desaparecidos en éste y otros sexenios, las acciones deben acelerarse y profundizarse, incluso el dolor es tan generalizado que debería convocarse a estos trabajos antes de que estalle un conflicto social… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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