El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó ayer la ceremonia en la que el Estado mexicano pidió perdón al pueblo maya por “los terribles abusos que cometieron particulares y autoridades nacionales y extranjeras” en su contra durante siglos.

En su participación, la representante del pueblo maya, Ana Karen Dizb Poot, consideró que es necesario que del acto de perdón se pasen a los hechos, y solicitó el cumplimiento de tres puntos, entre ellos, la creación de una comisión de memoria, reconocimiento y justicia del pueblo maya para que se honre su memoria, se les reconozca como sujetos colectivos y se les haga justicia.

“Dos, con el liderazgo de nuestros dignatarios y autoridades tradicionales, proponemos la elaboración de un plan de desarrollo del pueblo maya para atender nuestras necesidades más apremiantes, y construir un horizonte de justicia y bienestar para nuestros pueblos.

“Tres, se reconozca nuestra dignidad y derechos inalienables en la Constitución y leyes de nuestro país, para que nunca más se vuelvan a repetir las injusticias, la exclusión y la discriminación que hemos vivido hasta hoy en día”, dijo Dizb Poot.

De sus peticiones, el mandatario no hizo eco en su discurso, pero dijo que por un imperativo de ética de Gobierno, pero también por convicción propia, ofrecía las más sinceras disculpas al pueblo maya por los abusos durante los tres siglos de dominación colonial y los dos siglos del México independiente.

En el evento realizado en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, López Obrador estuvo acompañado por el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, y puntualizó que esa ceremonia se inscribe en las conmemoraciones por los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, los 500 años de la invasión europea y los 200 años de la Independencia nacional.

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, leyó el mensaje de petición de perdón a nombre del Estado mexicano.

Expresó que por muchos años y de muchas formas se ha mantenido a los pueblos originarios en el rezago, sumidos en el paternalismo y en muchos casos en evidente desprecio.

“Hoy reconocemos algo que hemos negado por mucho tiempo: los agravios e injusticias que se han cometido en contra del pueblo maya. Estamos ante una nueva oportunidad para construir una nación que no permita que el pueblo maya sea violentado, despojado y excluido. El reconocimiento de esa voz, por supuesto, pasa por la escucha de todas las voces”, dijo.

Durante prácticamente todo el evento se escucharon las protestas que habitantes hicieron afuera del lugar donde se realizó la ceremonia.

Según reportes de la prensa local, se trató de ejidatarios de Quintana Roo que reclamaban la indemnización por la expropiación de 149 hectáreas de sus tierras, para la construcción de la carretera federal Valladolid-Felipe Carrillo Puerto.

LEG