Sí, hasta los más amargosos, los más pesimistas, debemos concedernos de vez en cuando algunos momentos de alegría, un breve despertar –breve, ¿eh?– del optimismo. Esta semana ejemplifica bien lo que digo. Me permito aportar tres ejemplos.


El más evidente es el que nos regaló el Tribunal Electoral. En efecto, contra la apuesta de muchos, entre los que me cuento, seis de siete magistrados decidieron desenfundar la autonomía y se alinearon con el INE en arreglar el problema, de veras grave, de la sobrerrepresentación legislativa, al tiempo que confirmaban el adiós a las candidaturas de Morón y, sobre todo, de Macedonio. ¿Fue por un resquicio legal? Pues sí. Hubiéramos preferido otra cosa. Pero Guerrero se libra de tener un gobernador acusado de cometer violaciones y otros delitos sexuales. Anden, no se exijan tanto: sírvanse un gin tonic. Está justificado.


También se justifica el coctelito celebratorio por la decisión del INAI de impugnar lo de los datos biométricos y los teléfonos. Sí, la idea, muy parecida a la que ponen en práctica baluartes de la democracia como Nicolás Maduro, se va a tribunales por anticonstitucional. A este paso, con tanta iniciativa malechota atorada en los juzgados, la 4T va a tener que traer no médicos, sino abogados desde Cuba. Aunque mejor no demos ideas…


Termino con el caso del diputado morenista Saúl Huerta, detenido por abuso sexual hace unos días y liberado en nombre de ese fuero al que dicen en la 4T que tanto se oponen, pero que a pesar de todo (“todo” incluye su intento de sobornar a la familia) sigue bajo fuego legal. ¿Por qué? Porque la abogada de la víctima se ha mantenido tan firme como su familia, porque a esa denuncia se sumó una segunda y, también, porque la Fiscalía chilanga, al parecer, no ha soltado prenda. No es que la investigación sea que digamos un modelo a seguir, pero al menos la Fiscalía ha insistido en investigarlo y sobre todo en exigir que se le quite el fuero, en contraste con la manga ancha que hay en el oficialismo con las acusaciones de agresión sexual. Por lo pronto, nos vamos a ahorrar verlo reelegido.


Por supuesto que el diputado puede salir libre. Desde luego que el Presidente se empeñó en apoyar otra vez a Macedonio y se le fue a la yugular al Tribunal y, de nuevo, al INE, con lo que en una de esas la siguiente elección la acaba llevando, por decir algo, el licenciado Bartlett. No debemos descartar tampoco que el INAI pierda la batalla. Pero, sí, a veces hay que darse chance, compatriotas.
Sonrían.

@juliopatan09