Ocho años atrás, los dirigentes del futbol mexicano recibieron al fundador y dilatado presidente de la Liga Premier inglesa, Rick Parry, especie de consultoría en la que se esperaba crítica constructiva para mejorar en todo sentido nuestro torneo.

Una vez que tan reputado visitante comprendió el esquema de dos torneos con liguilla al año y pudo cotejar números, fue tajante: que no le movieran a nada.

Como antigua cabeza de la Premier League, entre sus prioridades no estaba la generación de más y mejores talentos británicos, ni elevar el nivel de la selección de su país (ambas misión de la Football Association), ni siquiera el propiciar una competición que premiara la excelencia y no la mediocridad. Hombre de negocios, convencido de que el futbol es una industria, sus conclusiones se basaban en cuánto dinero deja el producto, en qué elementos conservar y qué otros eliminar.

Y es que la tan protestada liguilla mexicana, esa que permite que hasta doce equipos aspiren a ser campeones y en la que hoy bastan menos del 40 por ciento de los puntos para optar a la corona, constituye un negocio redondo.

Tan redondo que la Jupiter Pro League de Bélgica ya introdujo un sistema de playoffs. Tanto, tanto, que la mismísima Serie A italiana, vista hace no mucho tiempo como torneo modélico, ha admitido que analiza implementar un esquema similar.

Antes de profundizar en esa perspectiva, debo aclarar que soy, como muchos más, de los que preferiría abolir la liguilla en el campeonato mexicano. No hace sentido que demandemos consistencia de nuestros futbolistas en un Mundial, cuando en casa los criamos bajo la idea de que basta con unos cuantos partiditos buenos al semestre para aspirar a lo máximo.

Sin embargo, la noticia que llega desde Italia también sirve para abrir los ojos. Si como Florentino Pérez dramatizaba, las audiencias cada vez son más impacientes para seguir un partido de noventa minutos (ya no decir para acompañar un certamen de 38 jornadas), entonces acaso la solución está ahí.

Los estadounidenses, amos de la visión del deporte como negocio, no tardaron en concebir su deporte de esa manera. El beisbol fue el primero en recurrir a los playoffs al enfrentar a los ganadores de las dos ligas desde 1884, lo que derivó después en una postemporada que cada vez cuenta con más participantes. Parecido, la NFL comenzó por medir a los monarcas de las conferencias para después aumentar el volumen de calificados hasta los catorce cupos actuales. La NBA ya nació con series entre los mejores para dirimir al campeón. La NHL incluso puede ser vista como la pionera, lo que muchos relacionan con la influencia de la FA Cup (jugada en modo playoffs) en una Canadá apenas independizada en 1867 de los británicos.

¿La pandemia ha acelerado la muerte de los torneos de liga como los conocimos? Si Italia cede a la tentación e instaura una liguilla para dilucidar campeón, será cuestión de tiempo para que otras de las grandes ligas europeas importen ese producto tan polémico como mexicano.

Y es que en el fondo, como admitió Rick Parry en 2013, es una realidad que el sistema de la Liga Mx posibilita ganancias exponenciales.

Twitter/albertolati

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