Renata Díaz Barreiro Castro

Renata Díaz Barreiro Castro

Investigadora en Early Institute

El acceso a internet, especialmente durante la pandemia y dadas las medidas restrictivas sanitarias para contener la propagación del virus, ha abierto muchas puertas que incrementan el riesgo de niñas, niños y adolescentes de ser víctimas de alguna forma de violencia sexual infantil.

De acuerdo a INHOPE, organización internacional que conjunta a líneas nacionales para el reporte de material de violencia sexual infantil, actualmente existen más de 46 millones de imágenes o videos únicos de abuso sexual infantil (CSAM por sus siglas en inglés). La propia organización estima que alrededor de 750,000 agresores en algún punto han buscado conectar con un niño, niña o adolescente a través de internet con un propósito sexual.

De acuerdo con la Guardia Nacional, México ocupa el quinto lugar en consumo, y transmisión de pornografía infantil. En primer sitio está India, seguido de Pakistán, Irak e Indonesia. La pornografía infantil es solo una de las diversas formas de violencia sexual infantil que deja ver la gravedad del problema en el país, el que además, ha crecido durante la pandemia. Según la propia Guardia Nacional en agosto del 2020 se registró un incremento de 430 por ciento de conductas y delitos en agravio de niñas, niños y adolescentes, a través de la red, en comparación con el mes de julio del mismo año.

Además, la edad de las víctimas es cada vez menor ya que de acuerdo con cifras de National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC) en 2019, el 90% de las víctimas menores de edad tenían entre 3 y 13 años, 2% entre 0 y 2 años y 8% entre 13-17 años. Además, el 91% de las víctimas eran del sexo femenino.

La raíz de la producción, distribución y almacenamiento de material infantil de índole sexual, puede suceder a partir en casos de trata de personas, prostitución y explotación sexual infantil. Sin embargo, también es necesario visibilizar que existen otras formas de violencia sexual que implican riesgos para niñas, niños y adolescentes como lo es el grooming, un conjunto de técnicas que utilizan los depredadores sexuales para captar a las niñas, niños y adolescentes a través de perfiles falsos con el objetivo de obtener una imagen o video, o el sexting, una nueva práctica extendida entre adolescentes en la que se intercambia imágenes o videos de contenido sexual que puede ser compartido a innumerables personas sin la autorización de la víctima.

Por lo anterior, la Comunidad de Conocimiento y Práctica Alumbramx.org, integrada por más de 50 organizaciones, lanzó la campaña nacional de prevención de la violencia sexual en línea en contra de niñas, niños y adolescentes “#QueNoCaiganEnSusRedes”.

La campaña subraya la importancia de que madres y padres apliquen 5 pasos claves para la prevención y la protección de los niños en internet: 1) Conoce y habla con tus hijas e hijos sobre los riesgos en internet, 2) Mantente involucrado en su mundo digital, 3) Conoce con quién se conectan, 4) Usa controles de privacidad y seguridad y 5) Bloquea y reporta a personas que los incomoden.

Un problema de tales dimensiones apela a la responsabilidad colectiva y a actuar como guardianes, especialmente de niños, niñas y adolescentes que requieren de protección. Es de vital importancia que los padres, madres y cualquier persona responsable del cuidado de una niña, niño o adolescente se esfuerce en una mayor alfabetización digital que les permita acercarse a sus hijas e hijos, y así protegerlos de los agresores y reportar cualquier situación de violencia sexual en su contra. Prevenir e identificar una violencia sexual infantil a tiempo es toda la diferencia #QueNoCaiganEnSusRedes.