A los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación les llegó la hora de ponerse a la altura de la historia… o, a quienes los deban, pagar favores. Al discutir la constitucionalidad de la extensión de dos años otorgados a Arturo Zaldívar desde el Poder Legislativo, la Corte tienen en sus manos el sitio en la historia, en el que serán recordados sus integrantes; y ellos, estudiosos del Derecho y conocedores del papel del Poder Judicial y de la Constitución en la democracia mexicana, lo saben.
Con la ampliación de tiempo de la presidencia actual de la SCJN, no solo está en juego la división de poderes y el papel de la Corte, sino el papel mismo de la Constitución como un elemento para contener los excesos de poder de los gobernantes.
La bomba fue lanzada por el líder de los diputados de Morena, con la declaración abierta de que el Estado de derecho no importa, lo primordial es lo que su grupo considera justo para el resto.
“Entre el derecho y la justicia un transformador, un liberador, un revolucionario opta por la justicia. El conservadurismo opta por el derecho, el liberador, y somos parte de un movimiento liberador, opta por la justicia”; así describió desde San Lázaro el morenista Ignacio Mier, el camino que el grupo que encabeza optó por recorrer. Ahora hay que ver si el pleno de la Corte le da la razón.
En unos minutos el diputado “derrumbó” la premisa que siglos atrás Aristóteles había defendido en el sentido de que ni el mejor, ni el más sabio de los gobernantes puede prescindir de la ley para ejercer el poder, porque la ley es razón sin pasión: “Y la pasión pervierte a los gobernantes y a los hombres mejores. La ley es, por tanto, razón sin deseo”
Siglos después, en 1748 Montesquieu esbozaba en El Espíritu de las Leyes sus argumentos sobre la importancia de la división de poderes, incluso de la Constitución, para que un hombre desde el Gobierno no tenga carta abierta para hacer cosas que la ley no contempla ni se vea impedido de hacer algo que la ley sí le permite.
“Nos ha enseñado una experiencia eterna que todo hombre investido de autoridad abusa de ella. No hay poder que no incite al abuso, a la extralimitación. ¡Quién lo diría! Ni la virtud puede ser limitada”, expuso Montesquieu.
…El próximo debate sobre la constitucionalidad de la ampliación del cargo del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea es como una jugada de billar que impactará en dos blancos: la independencia del Poder Judicial y la fortaleza y vigencia de la Constitución. Los ministros tienen sobre la mesa los elementos para tomar la mejor decisión para el país… o para su futuro político inmediato.

#LoboSapiens
“De acuerdo con Aristóteles el mejor gobierno es el gobierno de las leyes; pues, la única otra alternativa a este último sería el gobierno de un ser infinitamente sabio, capaz de controlar plenamente sus pasiones, lo que, como el propio Platón reconoció, no es una alternativa real o viable en el mundo humano” (Enrique Serrano, en Isonomía, Revista de Teoría y filosofía del Derecho, nº 22, 2005).

 

                                                                                                                                               @chimalhuacano