Rafael Nadal buscaba una oportunidad de elevar su nivel sobre la tierra batida del Barcelona Open, en un duro enfrentamiento frente a un aguerrido samurái. Su victoria ante el dos veces campeón japonés Kei Nishikori, al que dominó por 6-0, 2-6, 6-2 tras dos horas y 20 minutos de juego frenético, fue un paso adelante en esa dirección.

Si las dudas del mallorquín habían poblado los primeros juegos de su debut, lastrando el marcador ante el bielorruso Ilya Ivashka, este jueves su versión fue contundente desde el impacto inicial. Ante un rival de experiencia superior, uno de los jugadores más respetados del circuito, Nadal acudió a la cita con la intensidad bien prendida en las manos.

Su grado de concentración se observó en los puntos clave. El español aprovechó las tres pelotas de rotura del primer set para morder a su rival, uno de los más exigentes desde la línea de fondo. Además, resistió cuando el partido le ofreció un problema (2-0, 15/40), una curva que pudo arrebatarle la primera ventaja del encuentro.

Ante un Nishikori eléctrico, capaz de poner a correr la pelota como pocos, apareció una versión alegre de Nadal. Su derecha cruzó la pista con fuerza, evitando los latigazos que engrandecen a su rival. Su revés fue un armas para variar las alturas, impidiendo un golpeo cómodo de Nishikori. Ese nervio en cada golpe, esa anticipación para dictar las jugadas se mostraría capital unos minutos después.

La victoria tuvo un precio caro para el español. Nadal levantó un 0-40 en el primer juego del tercer set, afrontando una manga llena de intriga. Con las piernas ya calientes, Nishikori protegió el fondo con furia, exigiendo peloteos largos como norma. Allí tuvo que aparecer la versión directa del balear, que encontró el oxígeno redoblando su ataque al resto. En un juego competido hasta el final, Nadal apretó con su revés y conectó una volea agresiva de derecha para desarbolar al asiático (3-1). Cualquier medida para restar tiempo al rival tenía más valor que el oro.

En uno de los choques más intensos del torneo, Nishikori se resistió hasta el final. Lejos de bajar los brazos estuvo a un punto de cerrar la herida y sostener la mirada al 11 veces campeón. Una derecha paralela de Nadal terminó con un choque de creciente intensidad, que lanza al mallorquín hacia el tramo decisivo del torneo.

Con el cuerpo curtido en dos buenas batallas, Nadal llega a las rondas más complicadas del Barcelona Open. El balear disputará los cuartos de final ante el británico Cameron Norrie, aupado por la retirada del belga David Goffin.

Romance con su tierra

Rafael Nadal busca conquistar esta semana su título 17 sobre suelo español. En una carrera plagada de éxitos ante su afición, el mallorquín ostenta una colección de 11 coronas del Barcelona Open Banc Sabadell y cinco cetros del Mutua Madrid Open

LEG