Ciudad Hidalgo, Michoacán. Basta con recorrer pueblos y tenencias del oriente michoacano para confirmar lo que las cifras sugieren: éste es uno de los estados con mayores índices de violencia, sometido por el crimen organizado y gobernado por una clase política que ha sido incapaz de generar las mínimas condiciones de desarrollo.

El proceso electoral para renovar gobernador, diputados locales y alcaldes ha venido a enrarecer el clima político en el estado. El último y más relevante de los episodios de esta historia constituye la doble decisión del Instituto Nacional Electoral de retirar la candidatura a la máxima magistratura de la entidad al morenista Raúl Morón, por evidentes violaciones a la ley.

Contrario a lo que sucede en Guerrero y Félix Salgado Salgado, las protestas de las bases de Morena tras el fallo del INE han sido menos beligerantes. Las estructuras del partido han realizado caravanas y algunos plantones en municipios y la capital, Morelia.

Sin embargo, con o sin la presencia de Morón en la contienda, Morena tiene garantizado, hasta hoy, el primer sitio en las intenciones de voto. La distancia que lo separa de su más cercano contendiente, el aliancista Carlos Herrera, es de al menos 10 puntos, suficientes para mantener la confianza en el triunfo el próximo 6 de junio.

Ante la incertidumbre que aún persiste por el futuro de la candidatura de Morón, dos aspirantes pueden registrar un incremento en su popularidad, el propio candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Carlos Herrera, y la representante de Movimiento Ciudadanoo, la empresaria Mercedes Calderón.

Cual sea el escenario electoral, la situación que se vive en el interior del estado ha prendido los focos rojos a nivel nacional. En cada una de las siete regiones de la entidad (Tierra Caliente, Centro, Lacustre, Oriente, Occidente, Meseta Purépecha y Costa) prevalece un clima de preocupante inestabilidad.

Muchos son los fenómenos delictivos los que se expresan en el estado. Los diferentes grupos que operan en la entidad han dado origen a las llamadas autodefensas, que han proliferado en toda esta región.

Más preocupante aún es la omnipresencia del crimen organizado en la vida diaria de los ciudadanos y en la operación de prácticamente todos los municipios. El tema de seguridad se ha convertido en el elefante dentro de la habitación, el que ahí está, pero todos quieren ignorar.

El legado de los últimos gobiernos en esta materia ha sido desastroso. Quien prometa una pronta solución a este grave problema estará mintiendo e ignorando que se trata de un fenómeno que no podrá ser resuelto en esta generación.

Acá en el Oriente michoacano la gente está consciente de ello. La vida continúa pese a la amenaza constante del crimen organizado.

Segundo tercio. Hay malestar en la clase política del estado. El gobernador saliente, Silviano Aureoles, ha sido criticado por haberse quedado con las principales posiciones electorales de la alianza PRI-PAN-PRD.

Tercer tercio. Mucho es lo que se juegan el gobernador Silviano Aureoles y su paisano Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, con el proyecto aliancista. Al día de hoy, para la gubernatura, las cosas no van bien.

                                                                                                                                                        @EdelRio70