En promedio, desde 2019, cada 48 horas ha desaparecido un menor sin dejar rastro de su paradero en la Ciudad de México.

Y es que desde enero de ese año al 31 de marzo pasado, no aparecen 442 niños y adolescentes, en un rango de cero a 17 años de edad, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

Para sus familias es como no tener vida, más cuando sienten que la tierra se los tragó y que las investigaciones para encontrarlos no avanzan.

De esos 442 desaparecidos, a 109 se los llevó algún familiar, principalmente uno de los cónyuges, y es el otro el que busca con desesperación al menor… pero al menos hay una pista de con quién están.

Los otros 333 son un caso completamente distinto, pues se presume que pudieron ser víctimas de algún delito, es decir, fueron robados o secuestrados, desaparecieron en el camino de regreso a casa, yendo a la tienda, luego de salir a la calle. Un día estaban… al otro ya no.

Para el presidente de la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos (FNINRD), Guillermo Gutiérrez, el robo de niños se agrava a partir de los cinco años, pues a partir de esa edad “puede ser por trata de personas e incluso los enganchan a través de redes sociales”.

Por ello, señaló la importancia de realizar campañas de prevención, de “concientización, que los padres de familia no los manden solos a las tiendas, por ejemplo”.

Comentó que las principales alcaldías con estos casos son Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero… y que de 10 niños robados, en promedio se localiza a uno.

Problemas entre padres

En cuanto a los 109 menores sustraídos por algún familiar, en la mayoría de los casos deriva por problemas entre los cónyuges, aunque también es un criterio para activar la Alerta Amber… sin embargo, castigar a quien se llevó al menor es más complicado.

“Está reconocido como criterio para activar la Alerta Amber, pero si quieres judicializar la carpeta no es delito, para que lo sea piden la guarda y custodia, lo que siempre pasa es que uno de los padres se lleva al menor a otro estado y para que la otorguen se necesita iniciar un juicio en materia familiar”, destacó el experto.

Indicó que para tener esta herramienta se requiere que el juez escuche al niño, emplazar a uno de los progenitores, “pero al no saber a dónde se fue… los juicios son larguísimos, solamente queda la Alerta Amber y no pueden lograr una judicialización, orden de aprehensión, porque no acredita el tipo penal”.

Como recomendación, señaló que “cuando el padre o madre vea que la relación ya no funciona, que hay amenazas de arrebatarle a los hijos, son señales de alerta y de manera inmediata se debe iniciar un juicio de guarda y custodia”.

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Pandemia disminuye casos

Durante el año pasado, los casos de desaparición de menores disminuyeron 48%, pues en 2019 se registraron mil 125, cifra que incluye a los menores que sí fueron encontrados, contra 585 en 2020.

Esto no se debe a mejores leyes u operativos de seguridad, sino a la pandemia de Covid-19, que provocó que la población se quedará confinada en casa para evitar contagios de coronavirus, al grado de que los menores toman clases en sus casas, explicó Juan Martín Pérez, director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).

“Lo único que tengo son sus dibujitos”

“Un día sin mi hija Valeria, de nueve años, es como no tener vida, a ella le gusta mucho colorear y en la casa le puse un tipo mural donde plasmaba frases, entonces lo único que tengo son sus dibujitos…, lo último que me dijo fue que faltaban nueve días para su cumpleaños… ya no la volví a ver”, comentó Jorge Villegas, a punto del llanto, quien perdió contacto con su niña desde el 19 de marzo de 2019.

El hombre tenía un convenio con la mamá de Vale, que duró cuatro años… pero al quinto ella se volvió a casar y, un día, simplemente se la llevó.

“La madre de mi niña se dio de baja en redes sociales, cambió de residencia, números telefónicos e incluso la comunicación era por correo electrónico”.

Recordó que antes de la sustracción la llevó con un perito psicólogo en maltrato infantil, y resultó que estaba amenazada de no decir que le pegaban.

Otro caso es el de Brayan, de 16 años de edad; el desapareció el 16 de marzo de 2020, cuando salió del Colegio de Bachilleres18, en la alcaldía Azcapotzalco.

“Ya pasó un año que no tenemos ningún dato… la tierra se lo tragó”, dice su madre, Elizabeth García.

Expresa que uno de los compañeros de su hijo refirió que cuando se despidió les dijo que había pasado por él la expareja de su mamá.

“Estaba juntada con una persona, la relación no era buena y este sujeto se llevó a mi hijo… él está en el Reclusorio, pero todavía no hay careo”.

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