Foto: AFP Se trata de un aumento de 105.8%, pues en diciembre de 2020 el Sistema Nacional DIF registró a 1,525 niños no acompañados, cifra que pasó a 3,139 en marzo pasado  

Ante el incremento de menores no acompañados que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos, el Gobierno federal tiene desplegados a 12 mil funcionarios, incluidos militares y personal del DIF, para intentar frenar el flujo migratorio.

Se trata de un aumento de 105.8%, pues en diciembre de 2020 el Sistema Nacional DIF registró a 1,525 niños no acompañados, cifra que pasó a 3,139 en marzo pasado.

“Hay 12 mil personas, de muy diferentes dependencias, focalizadas, porque es la instrucción que nos dio el Presidente, pero no de ayer, esto ya tiene más de mes y medio que nos dio la instrucción, y estamos trabajando en ello, pero sí estamos muy preocupados porque entre febrero y marzo hubo un incremento notabilísimo”, expresó el canciller Marcelo Ebrard.

En la conferencia mañanera, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló el crecimiento del flujo migrante en este sector también se refleja en los datos de de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés).

La cifra de menores que cruzaron la frontera, llegaron a Estados Unidos y fueron presentados ante la CBP, se duplicó y pasó de 9 mil 431 en febrero a 18 mil 980 casos en marzo.

El lunes, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos alcanzó acuerdos con México, Guatemala y Honduras para aumentar el número de tropas en sus fronteras y detener la migración ilegal.

Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que el objetivo del despliegue es “cuidar a los niños, porque los traficantes de indocumentados, que es una mafia o varias mafias, están utilizándolos y esto es una gravísima violación de derechos humanos. Si se trata de adultos es otra cosa, pero ya cuando se utiliza a los niños ya es un asunto grave”.

“De acuerdo a la legislación, con niños no los pueden regresar y entonces se está dando el caso de que se quedan solos, abandonados, porque nada más los utilizan los traficantes de migrantes, los ‘coyotes’, ‘polleros’. Y tenemos que cuidar a los niños, ya tomamos esa decisión”.

Resaltó que el despliegue de funcionarios y militares es para no poner a dicho sector en riesgo al transitar por el país, y pidió a los migrantes provenientes de Centroamérica que no utilicen a los niños en esta situación migratoria.

“Que no se utilice a los niños en esta situación migratoria. Se tiene el derecho humano también a vivir libre de miseria y a que se busque la forma de tener trabajo y bienestar, pero no se puede luchar así, utilizando a niños”, expresó López Obrador.

A su vez, solicitó a los gobiernos de Chiapas, Tabasco y Campeche, “a los tres gobiernos limítrofes con Guatemala, que nos ayuden; y pedirles a los gobiernos municipales de toda la franja de la frontera sur, lo mismo, y a las instituciones de protección a niños”.

Infografía: Xavier Rodríguez

Urge enfoque integral

Durante el foro “¿Cuál es la situación de la #NiñezMigrante en la frontera norte?”, expertos advirtieron que es necesaria la corresponsabilidad entre las administraciones de México, EU y los países centroamericanos, para dar enfoque integral de protección a la niñez migratoria.

Lisa Frydman, vicepresidenta de Programas Internacionales de KIND (Kids In Need of Defense), expresó que las autoridades deberían velar por el interés superior de niños o adolescentes y no regresarlos inmediatamente a su país de origen.

Mientras que Celia Medrano, especialista en derechos humanos de niñas, niños y adolescentes en El Salvador, añadió que los intentos de cruzar la frontera sin sus padres se deben la violencia o la falta de oportunidades que viven.

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AFP

Greyssi y su hijo devoran una pieza de pollo en un albergue en Tlaxcala. Es el primer bocado de esta hondureña en tres días, luego de malestares por un embarazo inesperado que complica su ya de por sí tortuoso viaje a Estados Unidos.

“Ayer me sentía mal, no quería comer”, dice a la AFP la joven de 23 años, quien partió el 21 de marzo de San Pedro Sula, honduras; con Eduardo, de siete años.

La travesía comenzó a pie y continuó en autobús y tren hasta Tlaxcala, donde los migrantes duermen un par de noches para recobrar fuerzas.

El albergue Sagrada Familia, único de la zona, está repleto por el creciente número de viajeros. Algunos tienen que pernoctar al lado de las vías de La Bestia, una línea de trenes de carga usada clandestinamente por los migrantes para cruzar México.

Greyssi reunió 2 mil 500 lempiras (104 dólares) para intentar cruzar a Estados Unidos por segunda vez en tres años, pero el dinero se agotó en la frontera con México.

Miles de centroamericanos van hacia EU para huir de la violencia y la pobreza. Greyssi recibió el golpe de gracia en noviembre pasado.

Los menores que viajan solos y las mujeres con niños pequeños tienen más posibilidades de ser admitidos desde la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, que flexibilizó la política de “tolerancia cero” de su antecesor, Donald Trump.

Solo en marzo, se duplicó el número de menores no acompañados que reciben asistencia mientras son contactados con parientes en ese país.

Pero Greyssi descarta que su hijo, enfermo del corazón, cruce solo. “¡Por nada del mundo permitiría que nos separen! ¡Solo Dios podrá hacerlo!”.

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