Para el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, armar y grabar a niños en Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera, es un acto delicado e irresponsable, principalmente en una zona que, dijo, ha sido atendida con programas sociales, construcción de viviendas y cinco puntos de seguridad.

Recordó que a raíz del asesinato de 10 músicos, ocurrido el enero de 2019 en Chilapa de Álvarez, él recorrió las comunidades de esa zona y se establecieron, entre otras acciones, cinco puntos de seguridad en los que participan la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército, así como policías municipales.

“Hay lugares que tienen puntos fijos de seguridad, como en el crucero del Jagüey, en el crucero de Tula, en el crucero Tepila-Rincón de Chautla, en el Caracol y Hueycantenango; hay cinco lugares fijos, independientemente de la existencia de la policía comunitaria; el armar a los niños es un acto irresponsable”, puntualizó.

Recordó que luego de esos hechos que enlutaron a poblaciones de los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera, diferentes secretarías del Gobierno estatal, así como el DIF estatal, apoyaron a las viudas de los músicos, con los gastos médicos y la reposición de las camionetas incendiadas.

Además, subrayó, con una inversión de 7.1 millones de pesos se construyeron 32 viviendas tanto en Chilapa como en José Joaquín de Herrera para las familias afectadas que perdieron a sus familiares.

LEG