Los osos polares son el reflejo del cambio climático, estos grandes depredadores han visto alterado su ciclo de caza por el derretimiento del ártico.

Este animal podría reducir su población 30% durante las próximas cuatro décadas de no poder satisfacer su demanda de energía, de acuerdo con Derocher, ecologista de la Universidad de Alberta en Edmonton, Canadá.

El estudio también comprende que el retroceso del hielo marino los daña, pues obstaculiza la casa de su principal fuente de alimento, que son las focas.

Los osos polares necesitan ingerir alrededor de 12 mil 325 calorías en un día, lo que equivale a 1.6 veces más de lo que se tenía pensado por especialistas que publicaron estudios en la revista Nature a principios de los 2000.

Anthony Pagano, biólogo del Centro de Ciencias de Alaska del Servicio Geológico de EE. UU. En Anchorage, y líder de la investigación descubrió que para cumplir con su demanda de calorías, una osa debería comer 19 focas recién nacidas cada 10 a 12 días o una foca adulta.

Casi la mitad de los osos no capturan la suficiente comida y se verán obligados a comer cadáveres o ayunar, el estudio de la revista Nature expone que estos animales perdieron 10% de masa coorporal en un plazo de 10 días.

“Eso es dramático. Es como si una persona que pesa 80 kilogramos perdiera 8 kilogramos en poco más de una semana”, asevera el fisiólogo John Whiteman de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque.

Otro informe publicado en Royal Society Open Science explica que los mamíferos están atacando los nidos de patos Eider para comer, que en un periodo de 11 días los osos regresaban a los nidos ya vacíos con la esperanza de encontrar alimento. Tampoco relacionaban la presencia de patos y la posibilidad de encontrar huevos.

“Esto muestra que si una especie puede integrar recursos no preferidos en su régimen cuando su presa principal es más difícil de encontrar, puede que no sea capaz de hacerlo eficazmente”, escriben los autores.

El estudio puntualiza que aunque los osos obtienen de los huevos calorías importantes, este régimen no constituye una fuente alimentaria sostenible para el ursus maritimus, especie clasificada como “vulnerable”. Se estima que la población de osos polares se eleva a unos 25 mil ejemplares distribuidos entre Alaska, Canadá, Groenlandia, Noruega y Rusia.

Para estudiar a la especie, los científicos canadienses se ayudaron con drones para seguir las modificaciones en sus hábitos de caza en más de 20 animales, en el territorio de Nunavut.

Con información de agencias

El dato

Recientemente, un estudio en Global Change Biology, basado en el estudio del desgaste dental de los cráneos de osos blancos en los museos de historia natural, demuestra que su régimen altamente especializado (grasa y carne de foca principalmente) remonta a siglos atrás y los pone en peligro por no poder adaptarse.

Una posible evolución para la especie sería un cruce con el oso Grizzly. Ya se han constatado varias reproducciones entre las dos familias, según los investigadores.

LEG