José Ureña

Los estados recibirán un apoyo inesperado.

De repente verán reforzado su sistema de salud con recursos federales no solicitados pero llegados gracias a la pandemia.

Sí.

Tendrán de regreso hospitales que les fueron tomados para atender la emergencia sanitaria de Covid el año pasado.

O bien, que fueron construidos o adaptados a las prisas porque la urgencia era mucha y los enfermos no podían esperar.

La mayoría de esas instalaciones, ya lo sabemos, fueron tomadas, remodeladas y equipadas por las Fuerzas Armadas.

El registro seguramente lo tiene el Insabi de Juan Antonio Ferrer, ahora en gira por la República.

¿Para qué?

Porque a juicio de las autoridades sanitarias la pandemia ha disminuido y, contra el discurso presidencial, no se habla de nueva alza de contagios y decesos.

Además, las huestes del general Luis Cresencio Sandoval y del almirante José Rafael Ojeda ya están cansadas y deseosas de un largo receso.

Pero el tema son los nosocomios.

¿Y CON QUÉ LOS MANTENDRÁN?

¿Se acuerda usted del hospital del ISSSTE donde el Presidente visitó a un falso paciente?

Sí, un marino o militar rozagante acostado en una cama para mostrar instalaciones pulcras, modernas, flamantes… inexistentes.

Pues ahí la milicia invirtió para la escena más de 300 millones y ya está en proyecto su incorporación a la red hospitalaria de Morelos.

Habrá una ceremonia especial, seguramente con el director del Insabi, Juan Ferrer, y el gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Pero esa suerte no la tendrán otros mandatarios.

Los beneficios serán según el tamaño.

Entidades como el Estado de México o la Ciudad de México cuentan con más y los ganadores serán Alfredo del Mazo y Claudia Sheinbaum.

Otros, como el quintanarroense Carlos Joaquín, son menos afortunados pues hay sólo cuatro nosocomios de ese tipo.

Su problema será conseguir recursos para mantenerlos en operación, conservarlos como hospitales Covid o dedicarlos a otras especialidades.

Pero deben pensarlo porque, ¿realmente ya se controló el Covid?

Si es así, ¿por qué el Presidente insiste en la inminente tercera ola, en realidad prolongación de la única desde marzo del año pasado?

DE SANDOVAL A LA 4T, CON AMOR

Vieja escena:

El ex gobernador nayarita Roberto Sandoval presume su proyecto priista: Héctor Santana:

-Si hay una construcción directita de Roberto Sandoval es Héctor Santana -declara el hoy prófugo de la justicia.

Segunda escena:

-Yo no me iría del PRI para integrarme a Morena… Estoy muy agradecido con mi partido.

Nueva escena con el logo de Morena de fondo:

-Soy Héctor Santana y estoy listo.

Así ha sido la nueva adquisición morenista en Nayarit: Héctor Javier Santana García, desecho del PRI porque le negó oportunidades para contender por sus antecedentes.

¿Cuáles?

Complicidad con Roberto Sandoval y operador de Édgar Veytia, el ex fiscal detenido en Estados Unidos por sus nexos con el crimen organizado.

Pero hoy es Héctor Santana, quien viste como Roberto Sandoval, tiene y monta caballos finos como el ex gobernador y disfruta gustos caros y relaciones como Édgar Veytia, está listo para ser alcalde de Bahía de Banderas.

¡Por Morena, claro!

Usted sabe cuál cártel domina esa zona.

LEG

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