Mario Antonio Ramírez Barajas

El nacimiento en Inglaterra del deporte asociado entre finales del siglo XIX y el siglo XX, trajo consigo, de manera paralela, el desarrollo de un sistema deportivo internacional reflejado, en un modelo competitivo a partir de estructuras deportivas locales.

La creación de una Federación Internacional se desgranó en otra organización regional, una nacional y otra estatal.
El paso del tiempo ha transformado la importancia social del deporte y los gobiernos y la iniciativa privada participan activamente en razón de su impacto de cara a las grandes masas.

Por lo tanto el modelo de deporte asociado se modifica por la participación de estos actores emergentes y se generan diferentes enfoques para su desarrollo.

En la Europa socialista, se impuso una participación estatal directa; en la no socialista, la influencia inglesa, francesa y alemana, consolidan estructuras bien aceitadas con participación económica privada y un deporte regional de gran fortaleza con amplias facilidades a las asociaciones civiles; en Estados Unidos la base se establece por el interés de las grandes universidades en incrementar su prestigio, al reclutar deportistas destacados.

Aún así, es posible identificar algunos elementos comunes a todos.

1. Infraestructura: No hay deporte sin terreno de juego. Una de las razones más importantes en la evolución del deporte-espectáculo ha sido la proliferación de grandes instalaciones deportivas.

En España con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona el estadio de Montjuic fue reconstruido para albergar a 55 mil personas que pueden ser hasta 77 mil con gradas provisionales; el estadio de Maracaná, en Brasil, y el estadio Azteca de la Ciudad de México, más de 100 mil espectadores, por mencionar un par de ejemplos.

Nada de esto es útil para desarrollar deportistas, son centros de exhibición, pero no de formación.

La infraestructura necesaria para facilitar el entrenamiento no es igual a la de competencia.

El deporte de base requiere un enfoque diferente para el espacio de práctica. Ubicado en un lugar de fácil acceso, en buenas condiciones y con programas atractivos, mantenimiento preventivo y correctivo regular.

La infraestructura deportiva debe tener sentido estratégico, con visión a largo plazo. De otra manera se convierte en esfuerzo estéril.

2. Deportistas. Parece una perogrullada, pero no lo es, todo sistema deportivo debería considerar con toda claridad los mecanismos de ingreso, promoción y permanencia de deportistas, no habrá posibilidad de contar con una masa crítica si no se dan las facilidades para iniciarse en la práctica deportiva y esto implica la existencia de escuelas de iniciación, clubes, ligas y torneos capaces de motivar la incorporación de niños y jóvenes en una estructura de formación competitiva.

Estrategias y acciones claras para el ingreso, promoción y permanencia en el deporte como medida para evaluar la eficiencia de programas federales y gubernamentales, como base de análisis de cualquier modelo.

3. Apoyo científico. La utilización y aplicación de principios científicos en las grandes competencias representa la diferencia entre ganar y perder.

Todos los atletas de élite cuentan con soportes de alta especialización con una formación académica con alto sentido científico.

La metodología adecuada para el entrenamiento se apoya en la fisiología, la biomecánica, el análisis Kinesiológico y la aplicación de cargas de entrenamiento; la preparación psicológica guiada por un experto; la alimentación con el tipo de comida de acuerdo al deporte y el soporte tecnológico.

De la calidad y cantidad de estos recursos basados en la ciencia es posible proyectar, probables resultados deportivos.

4. Experiencia Internacional: El entrenamiento permite obtener “pericia” técnica y táctica, así como ensayar diversas posibilidades estratégicas, pero nada supera a la vivencia directa de una competencia real.

El entrenamiento es una “simulación” trasladada posteriormente a la realidad. El valor de los torneos y campeonatos oficiales no tiene igual.

La perspectiva más apropiada para definir los calendarios de participación internacional debe ir más allá de la administración de recursos económicos, requiere de un sentido estratégico que conjugue la evolución técnica con la experiencia competitiva.

5. Entrenadores. No es posible ganar una medalla olímpica, sin contar con un entrenador de ese nivel.

Ofertas de formación y actualización; la accesibilidad a información científica reciente, el intercambio de experiencias en el plano nacional e internacional y la posibilidad de recibir un reconocimiento profesional y económico justo, reflejan la preocupación de un país por sus entrenadores.

Cómo estamos en México y en otros países en estos rubros, será objeto de otra colaboración.

Es doctor en Administración Publica por la Universidad Anáhuac y presidente de la Federación Nacional de Ajedrez de México (FENAMAC).