Las tensiones crecen entre Estados Unidos y China. Marisela Connelly, doctora en Historia de China, señala que la relación entre estas dos potencias podría ser enmarcada como una nueva Guerra Fría.

“Si se entiende el concepto como un enfrentamiento político, social, ideológico, militar e informativo entre dos potencias, sí podríamos decir que estamos presenciando el inicio de una nueva Guerra Fría”, dijo la también docente del Colmex.

 

Ambos bandos han marcado sus líneas. Estados Unidos quiere posicionarse como el guardián de los intereses del mundo occidental, mientras que China quiere que el mundo comience a depender más de ella, expresó la historiadora.

Argumentó que Estados Unidos percibe a China como una amenaza a sus intereses, y sabe que esta ya no mostrará una posición de debilidad: “La china del siglo XXI es una China fuerte, que ya no va a ceder”.

La nación liderada por Xi Jinping está creciendo exponencialmente, y es la competencia más grande con la que se ha enfrentado Estados Unidos. Mientras tanto, oficiales chinos han determinado que el país americano está debilitado tanto al interior como al exterior.

Durante el mandato de Donald Trump, EU dio un paso atrás en su liderazgo internacional y se alejó de sus aliados históricos. Mientras que al interior sufría un proceso de desintegración y polarización de la sociedad. China aprovechó esos vacíos para afianzar su posición en el sistema internacional, detalló la académica.

La tensión entre estas dos potencias no parece que vaya a cambiar durante la administración de Joe Biden. Connelly puntualizó que la estrategia del demócrata para lidiar con China es la misma que la de Donald Trump, aunque menos agresiva.

Los riesgos de un enfrentamiento entre las dos mayores potencias son “muy altos”, opinó la experta, pues puede implicar la división del mundo en dos polos antagónicos, y determinó que el punto de quiebre probablemente sea Taiwán.

 

LEG