Un estadounidense de 21 años asumió la responsabilidad por los tiroteos que dejaron ocho muertos, entre ellos seis mujeres de origen asiático, en varios salones de masajes cercanos a Atlanta, pero negó un móvil racista, informó la Policía de esta ciudad del sureste de Estados Unidos.

Robert Aaron Long, que insinuó durante los interrogatorios que padece “adicción al sexo”, “afirma haber actuado sin motivación racista”, explicó un responsable de la Policía local en conferencia de prensa, precisando que el joven había “asumido su responsabilidad” por los tiroteos.

Long dijo que solía frecuentar salones de masaje y que realizó los ataques como venganza contra “una tentación que quería eliminar”.

Por el ataque en ese condado fue acusado de cuatro delitos de homicidio y uno de ataque agravado.
Los tres ataques fueron perpetrados el martes en un contexto de crecientes preocupaciones entre la población estadounidense de origen asiático, que denuncia una reciente alza de las agresiones racistas.

 

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