El nuevo modelo de adquisición de medicamentos, adoptado por el actual gobierno federal, ha generado desabasto y fallas en los procesos de licitación, desde 2019, cuando se optó por una compra consolidada a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Ante ello, el Ejecutivo federal anunció que se harán adquisiciones en Alemania, Corea del Sur e India, para evitar desabasto y asegurar calidad y precios accesibles, toda vez que a dos años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, no se han terminado de adquirir en el extranjero todos los medicamentos que se necesitan.

Esta situación, se vio reflejada también en el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de 2019, en el que señala que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), desatendieron las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la compra de medicamentos y material de curación, las cuales advertían que la limitación de proveedores podría generar falta de oferta y con ello tener claves desiertas.

Incluso, en el segundo semestre de 2019, el 62% del fallo de la licitación para la compra consolidada de medicamentos fue declarado desierto, es decir el equivalente a mil 923 claves de medicinas como Amoxicilina, Omeprazol y Pantoprazol, de acuerdo con reportes de las secretarías de Salud y Hacienda.

Ante ello, desde julio de 2020, la administración federal recurrió a la ONU que, a través de la UNOPS, ha apoyado las compras internacionales, por medio de dos esquemas: las licitaciones internacionales y la adquisición de proveedor único (adjudicaciones). Para el proyecto se planteó la intervención de Juan Ramón de la Fuente, embajador de México en el ONU.

Sin embargo, hasta el momento se han adquirido 83 millones de unidades de 208 claves por un valor mayor a 15 mil millones de pesos “para atender la demanda emergente del Insabi”. No obstante, la meta para este año es adquirir 2 mil 37 claves con un volumen de 2 mil millones de piezas, tal como lo mencionó el Coordinador Nacional de Abastecimiento y Distribución de Medicamentos del Insabi, Alejandro Calderón, el 3 de diciembre de 2020.

A la fecha, la UNOPS, no ha concretado los contratos para la adquisición de medicamentos a través de licitaciones públicas internacionales lo que, a decir del IMCO, generará un desabasto generalizado para mediados de año.

“Ahora UNOPS está en la fase de estudio de las propuestas recibidas a través del proceso que llevará a cabo en todo el mes de marzo (…) estará en posibilidad de asignar los contratos derivados de estas licitaciones a partir de principios de abril”, refirió Fabrizio Feliciani, director regional para América Latina y el Caribe de UNOPS, en un artículo publicado el pasado 7 de marzo.

Al respecto, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), advirtió que el proceso de la compra a través de la ONU se ha retrasado en repetidas ocasiones, incluso destacó que al hacer compras al extranjero por fuera de la UNOPS, refleja que ese modelo no está funcionando.

“Lo preocupante es que normalmente las compras de abasto de medicamentos, se hacen hasta un año antes y hemos visto que con los cambios que se hicieron a la Ley de Adquisiciones y los cambios que se están haciendo donde las compras consolidadas antes las hacía el IMSS, luego la Oficialía Mayor y ahora las lleva la UNOPS, lo que se han visto son retrasos importantes y es un tema que si no se llevan a cabo rápido, se va a tener un desabasto generalizado en este año”, señaló Pablo Montes, coordinador de Anticorrupción del IMCO.

El especialista refirió que el mercado mexicano es mucho más grande que los otros proyectos que ha llevado la UNOPS, lo que lleva complicaciones logísticas, aunado a la pandemia donde se vuelve más complicada la adquisición de material de curación.

“Durante 2020 vimos las fallas en las compras consolidadas de 2019 (…) y ahora estamos hablando de que los contratos debieron haber sido ya formalizados en diciembre para poder tener el tiempo necesario para producir y distribuir las medicinas. Pero aun si los contratos se firmaran hoy, ese retraso en el suministro y la distribución va a tener efectos en un desabasto generalizado”, advirtió Montes.

Incluso destacó que, en las compras anteriores a 2019, se incluía el costo del medicamento y la distribución, por lo que los ahorros que pudieran generarse serán relativos, toda vez que no se están incorporando los costos de la distribución.

Sobre aviso…

Desde el inicio de la administración federal, la ASF detectó:

-Deficiencias en el proceso licitatorio para la compra consolidada de la adquisición de bienes terapéuticos (medicamentos, material de curación, radiológico y de laboratorio) del segundo semestre del 2019.

-La Secretaría de Salud no atendió las observaciones y recomendaciones de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas de las Pre-Bases de Licitación, las que representaban factores de riesgo.

-Entre los riesgos que no tomaron en cuenta, están que se restringió la participación de proveedores históricos y el agrupamiento de diferentes bienes terapéuticos de diferente naturaleza en un mismo proceso de licitación, que desencadenó falta de ofertas y, con ello, tener claves desiertas.

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Le surten receta incompleta

Por: Jessica Martínez

Rosalba tuvo que regresar a su casa para completar el dinero faltante de un medicamento que no le pudieron surtir en la farmacia del Centro de Salud “Fundidores”, perteneciente al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).

De acuerdo con la mujer, acudió primero a una clínica cercana debido a un dolor de garganta, pero al llegar al lugar le informaron que no había consultas médicas, ya que el único médico que atiende en la zona enfermó de Covid-19; por lo que se desplazó al otro centro.

Fue en ese segundo sitio donde se fue imposible que le surtieran la receta completa para tratar su dolor de garganta, faltándole así la claritromicina.

Por lo que se dio a la tarea de intentar comprarlo, pero su costo era de 79 pesos cada caja (el tratamiento indica 2 cajas); y ella sólo llevaba consigo 50 “en caso de emergencia”.

La mujer añadió que acudió al centro de salud por la gratuidad de la consulta médica y de los medicamentos, pero aún así, no logró obtener el beneficio completo, pues tendrá que gasta 158 pesos para completar el tratamiento.

Agregó que, además del intento de cuidar la economía familiar en “gastos no previstos”, a ella no le gusta ir a los consultorios de las farmacias similares pues siempre le recetan medicamentos de más “con el simple afán de vender”, externó.

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