AGMP

Un grupo de expertos escudriña tres documentos que cataloga de excepcionales, pues fueron impresos en hojas que se presume son de oro amarillo y blanco y se mantienen extraordinariamente conservados tras 199 años en el archivo municipal de Puebla.

“Son tres documentos exactamente iguales, tienen la misma información, están en expedientes encuadernados aparentemente en el siglo XIX y los documentos en cuestión están adentro, doblados”, dijo a la AFP Alejandro Hernández, director del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla, al mostrar los escritos relucientes.

El primero de los documentos muestra pérdida de material metálico, algún hongo o probablemente óxido.

“Se trataría de un documento laminado en oro, es del 5 de diciembre de 1822, en que el Cabildo jura lealtad a Agustín de Iturbide”, uno de los artífices de la independencia de México, explicó Hernández.

El segundo está en perfectas condiciones, sin rastros evidentes de humedad o afectación, gracias al clima templado de Puebla -22 grados en promedio- y sin que tuviera cuidados especiales; mientras que el tercero, de color plateado, es analizado pues se presume que es de oro blanco, agregó.

Hernández detalló que con apoyo privado será posible hacer estudios pormenorizados del inesperado hallazgo surgido durante trabajos de mantenimiento.

Ezequiel Barba, restaurador del archivo, dijo que trabajan en determinar el tipo de papel, el adhesivo que se utilizó, el procedimiento para colocar las hojas de oro, plata u oro blanco, así como las causas precisas de su deterioro.

“Lo más parecido es lo que se hacía con algunas letras, decoraciones miniaturas (…) pero jamás había visto una hoja completa con estas características, están realmente perfectas”, opinó Barba.

Resaltó que aunque hay señales de algunas modificaciones “hubo muy poca manipulación y eso lo dejó en muy buenas condiciones”.

El archivo municipal de Puebla es uno de los más antiguos de América Latina, organizado en 1750. Tiene series completas desde 1532 y quedó a salvo de saqueos.

PAL

Gracias por leernos