En vísperas del arranque de la 84 Convención Bancaria, en el marco de un nuevo formato semipresencial e inmersos aún en una pandemia que provocó la peor crisis económica de los últimos tiempos, el presidente saliente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, se mostró optimista con respecto al futuro de la banca que mantiene liquidez y solvencia para poder ser parte de la reactivación de la economía nacional.

A unas horas de que deje el cargo como líder de los banqueros, Niño de Rivera platica a 24 HORAS sobre los retos que permanecen, como la digitalización, y cuenta cómo fue la relación con la actual administración en un año inédito para el mundo.

¿Cómo será para los banqueros esta nueva Convención Bancaria que tiene formato diferente, semipresencial?

La Convención Bancaria del año pasado, fue el último evento de esa magnitud de forma presencial en el país, con 1,200 personas reunidas en un salón allá en Acapulco; después empezó el confinamiento y todos a sufrir a partir de ahí un trimestre muy delicado económicamente hablando con una caída de casi 19% que sacudió al aparato económico del país. Sin embargo, la actividad productiva tiene que seguir y éste es un medio relevante, pues el tener la posibilidad de estar presencialmente con un número limitado de personas en el Club de Banqueros, en el Centro Histórico, nos da la oportunidad de convivir entre los representantes de los bancos, las autoridades bancarias, el presidente de la República, la Jefa de Gobierno de la CDMX y lo demás será virtual en un concepto muy nuevo.

¿Qué ventajas conlleva esta modalidad?

Por un lado, es una plataforma que nos va a permitir dialogar con todos los asistentes, llamémosle los tradicionales de la Convención: los representantes de la banca, otros intermediarios financieros, proveedores, medios de difusión, equipo de los reguladores de la banca. Por otro lado, vamos a invitar a una cantidad importante de estudiantes, jóvenes que construyen el futuro, personas que hayan trabajado en los bancos, migrantes -a través del Instituto de Mexicanos en el Exterior-, y eso nos va a permitir por primera vez abrir la Convención Bancaria a una participación mayor. Estamos esperando unos 5,000 asistentes de manera digital a la Convención, que es un cambio sustancial de lo que hemos hecho en el pasado.

Siempre hay un mensaje peculiar que cada Convención buscan colocar con mucha atención para las autoridades y otros sectores. ¿Cuál es el mensaje central que este año están buscando hacer llegar?

El lema de la Convención es la banca como una parte importante de la recuperación económica del país. Al igual que en 2020, hemos sido parte de la solución, hemos apoyado a nuestros clientes, y salido adelante de la mano con ellos en un año muy complejo, con una caída del PIB de 8.5%, con ciertos sectores muy afectados y la banca ahí está, ayudando, queremos mandar ese mensaje hacia adelante. El resto del 2021 y 2022 seguiremos trabajando para apoyar a nuestros clientes, porque la banca está en una situación financiera muy sólida. Tenemos altos niveles de liquidez, de capitalización, una cartera de crédito con buena calidad, cartera vencida de poco menos de 2.6%, reservas elevadas para esa cartera que la cubren 1.7 veces y eso nos da oportunidad de seguir siendo parte de la solución.

¿Cuál es el reto actual de la banca?, porque cada vez más mexicanos están usando sus ahorros más que pedir créditos, y las empresas han disminuido sus solicitudes de préstamos porque encuentran condiciones menos favorables. Entonces, ¿cómo convencer a la gente de que la banca no sólo está lista, sino que lograr que ellos accedan a los créditos?

Tiene toda la razón, el crédito es un tema de oferta y de demanda, hoy la oferta es amplia, tenemos 1.4 billones de pesos disponibles para prestar, pero ciertos tipos de créditos están sustancialmente contraídos, principalmente el consumo. Las tarjetas han caído poco más de 10%, los créditos personales han bajado cerca de 18%. Pero el crédito hipotecario, desde marzo del año pasado, va creciendo de manera anualizada mes con mes por arriba de 9%. El crédito empresarial también se ha contraído 3%, aunque en enero empezó ya darse la vuelta, lo que da indicios de que las empresas empiecen a solicitar más recursos para reactivar su capacidad productiva.

¿El crédito hipotecario seguirá siendo “la estrella” de la banca este año?

Pues todo indica que va a seguir. Si en el peor momento de la pandemia que fue en el segundo trimestre del año pasado, se mantuvo la demanda, es muy probable que continue la demanda, es insólito.

¿Y qué va a pasar con los créditos personales?

Los veo muy difícil, es el que más se ha contraído. Veo una recuperación antes del personal en bienes de consumo duradero más acentuada, y probablemente en crédito automotriz. ¿Qué está pasando por la mente del consumidor? Se han replanteado en este confinamiento toda su estructura de gasto, su presupuesto familiar, han caído en cuenta que el gasto superfluo hay que eliminarlo y están enfocando sus esfuerzo a sus gastos esenciales para salir adelante.

CoDI ha sido un sistema que no ha despegado; todavía muchos usuarios no lo están usando o los comercios no tienen su código QR, entonces ¿qué faltaría para potencializar la digitalización de la banca?

Sí ha crecido el número de teléfonos inteligentes con CoDI, pero el confinamiento nos cerró el comercio y necesitamos la contraparte para que se pueda cobrar con QR. Por eso CoDI va despacio, pero va a resurgir y será importante porque en primero es gratuito y porque permite seguridad al mover el dinero electrónicamente y no tenerlo en la bolsa.

¿Cómo evalúa la relación que tuvo durante su gestión que está por terminar al frente de la ABM con la presente administración, esto luego de las diferencias que ha habido entre el Gobierno y la iniciativa privada?

El Gobierno tiene muchas caras. Con nuestros reguladores, estamos hablando del Banco de México (Banxico), la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Condusef, el IPAB, tenemos un diálogo constructivo, propositivo y permanente, en ese contexto, la relación con el Gobierno es inmejorable.

Por otro lado están todos los temas legislativos que en el pasado, se resolvían en la Secretaría de Hacienda y ahora tenemos que ir directamente los bancos al Congreso, en donde hemos encontrado un diálogo permanente y abierto, no siempre estamos de acuerdo, pero estamos dialogando.

Después está la relación directa con el Presidente. Él para con la banca ha sido muy generoso con su tiempo, paciencia y diálogo, tampoco siempre estamos de acuerdo, pero siempre nos ha abierto la puerta. El Presidente ha sido muy consistente en materia económica, ahí no tenemos queja, en donde sí hay dificultad, es en las iniciativas o en las acciones que han prohibido cosas.

¿Cómo en cuáles?

La iniciativa de la industria eléctrica está poniendo las cosas en un nivel muy complejo. Ha generado falta de consistencia en las reglas aplicables y eso preocupa, no hay claridad en donde quiere invertir el Gobierno federal y donde debe invertir la iniciativa privada.

¿Cuál fue su experiencia personal al frente de la ABM por dos años, años atípicos, con una pandemia que provocó una crisis económica más profunda que la de 2008 ?

Para mí ha sido un privilegio servir a la banca en estos dos años, el primero se caracterizó por cero crecimiento económico, después vino febrero de 2020, marzo y luego la historia que ya conocemos. Interactuar con los tres poderes de Gobierno siempre es un reto, pero la verdad salgo muy contento de haber vivido esta experiencia.
La ABM es muy afortunada en tener como presidente a Daniel Becker, un hombre capaz, muy inteligente estudioso de nuestro oficio y negocio, y con gran experiencia internacional y nacional del sector bancario.

Frase:
“Veo complicado el crédito personal para otros fines, como el viajar. El uso de la tarjeta es muy prudente y así se mantendrá esto el resto del año”
Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México

Pérdidas en tiempos de Covid

No se prevé homenaje para los banqueros fallecidos

El sector bancario perdió a dos expresidentes de la Asociación de Bancos de México (ABM) durante la pandemia: Jaime Ruiz Sacristán y Luis Robles, quienes todavía en marzo del año pasado, acudieron a Acapulco, Guerrero, a la 83 Convención Bancaria, último evento masivo del sector financiero que se llevó a cabo en el país.

Pese a las pérdidas, la ABM no prevé algún homenaje a los banqueros fallecidos, pues no se quiere hacer del evento un acto luctuoso. “Hemos expresado nuestras condolencias a las familias y hecho públicamente lo correspondiente”, dijo Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM.

LEG