Cuando inició el Guard1anes 2021, sin duda una de las grandes incógnitas era el rendimiento que podría tener el campeón León, porque llevaba año y medio cuando menos jugando muy bien y se esperaba fuera el gran animador del torneo por su estilo muy agradable a la vista de los aficionados, fueran o no seguidores de los Esmeraldas.

Sin embargo, las primeras advertencias nos las dieron su presidente Jesús Martínez hijo y el director técnico Ignacio Ambriz que en entrevista nos explicaron que calculaban iniciar con pasos lentos el nuevo campeonato, porque darían vacaciones programadas, poca pretemporada y preveían un relajamiento en el plantel y no muchas contrataciones. 

Pues bien, tal y como lo mencionaron el arranque fue lento, lejos del rendimiento que se tenía, pero la verdad, nadie se imagino que al llegar la mitad del campeonato el León estuviera en la posición número 15 de la clasificación y muy lejos de su futbol, acumulando tan solo siete puntos, producto de dos triunfos, un empate y cuatro derrotas, incluso dos consecutivas en su casa, algo que parecía imposible luego de una gran racha invicto en su cueva.

Mucho se habló de problemas internos, que Ambriz se quería ir, que había problemas con jugadores como con el portero Cota, todo fue desmentido, pero los resultados no llegan. 

Pero cual creo es la problemática principal del León, en mi opinión un relajamiento mental muy grande, exceso de confianza en la calidad de los jugadores y ahora mismo eso se volteo en falta de confianza, en temor y desesperación por no poder jugar como ellos saben.

Sumen la falta de un equipo titular regular, muchos cambios por diferentes razones, lesiones, enfermedades, bajas de juego y su eterno problema de la falta de gol, donde Dávila no ha solucionado el problema y Gigliotti sigue sin ser el matador del área que un equipo como León necesita.

Creo que en la contención Aquino dejó un hueco que aún no puede tapar el Jefecito Rodríguez, ni el Oso González, mucho menos uno de los novatos.

La generación ofensiva sigue en los pies de Montes, que ahora mismo está lesionado, pero al cual éste torneo le han mandado hasta marca personal al saber que él es el hombre fuerte e incluso han buscado en las faltas sacarlo de quicio y provocarlo continuamente para que no pueda ser el jugador importante. 

Navarro es otro que no logra estar en su mejor forma, la rotación táctica de puestos no logra tener la fuerza y sincronía que tenían, incluso esto que fue una fortaleza esta provocando problemas. 

Ambriz está trabajando, el equipo tampoco es una lágrima, creo que tarde o temprano va a enderezar el camino y estará en Liguilla, lugar que por el momento no alcanzaría. 

Tampoco creo sea campeonitis, tienen un juego menos y sus próximos rivales pueden ser el momento de volver a los triunfos, van contra Puebla, Necaxa y Santos, además tienen un juego pendiente ante Tigres, quizás no les alcance para ser de los primeros cuatro, pero si lo veo en reclasificación y ya sabemos que en esa fase todo puede cambiar y quedar el inicio en un mal recuerdo.

 

                                                                                                                                @raulsarmiento