La Conferencia Episcopal Peruana rechazó este sábado la sentencia de una corte que ordenó “respetar” la decisión de una enferma de poner fin a su vida de manera digna por sufrir una enfermedad degenerativa e incurable.

“La eutanasia siempre será un camino equivocado, porque es atentar contra el derecho inalienable a la vida”, indicaron los obispos en un comunicado.

En la primera sentencia sobre este sensible tema en Perú, el 10º Juzgado Constitucional de la Corte Superior (de Apelaciones) de Lima ordenó el jueves al Ministerio de Salud y al Seguro Social de Salud (Essalud) “respetar la decisión” de Ana Estrada Ugarte, de 44 años, “de poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia”.

Pero los obispos estimaron que la eutanasia “causa directamente la muerte de un ser humano y por ello es un acto intrínsecamente malo en toda ocasión y circunstancia”.

Estrada, quien es psicóloga, sufre desde los 12 años polimiositis incurable, un padecimiento que provoca debilidad muscular progresiva, por lo que usa silla de ruedas desde los 20 años, según los medios locales.

Tras conocerse la decisión del tribunal, Estrada “se siente liberada, siente que ahora tiene la oportunidad de decidir sobre ella cuando este fallo se consolide”, dijo a la AFP Percy Castillo, abogado de la Defensoría del Pueblo de Perú (Ombudsman), que ha respaldado la demanda de la paciente ante la justicia.

Controversia legal

En su comunicado de este sábado, los obispos peruanos también manifiestan que, según la Constitución del país sudamericano, el Estado debe “cuidar, respetar y promover la vida desde su concepción hasta su término natural; por tanto ninguna autoridad puede legítimamente imponer o permitir” la eutanasia.

Los prelados afirmaron: “comprendemos el sufrimiento que Ana Estrada viene atravesando, nos solidarizamos con ella, le ofrecemos nuestra oración para que en medio del dolor y la angustia abra su corazón a la fe, la misericordia y el amor a Dios”.

No obstante, aseguraron que es “contradictorio, y no se debe tolerar, que un órgano del Estado pretenda cambiar una norma constitucional y promueva acciones contra este sagrado principio”.

La Defensoría, en cambio, tiene una posición muy distinta, de “marcada opción por la protección de los derechos humanos, y no estamos atados a ninguna concepción ideológica”, explicó Castillo.

A su juicio, este fallo renueva “la fe en la justicia peruana”, y se convierte en “trascendente el hecho de que tengamos magistrados valientes que asuman su compromiso con el derecho, los derechos humanos y la historia”.

Los Ministerios de Salud y Justicia, así como Essalud, pueden apelar el fallo pero hasta ahora no lo han hecho.

En el caso de Ana Estrada, los obispos peruanos -citando palabras del papa Francisco- llamaron a considerar los avances en medicina, que ayudan a “combatir todo lo que hace la muerte más angustiosa y llena de sufrimiento, es decir, el dolor y la soledad”.

En América Latina, solo Colombia despenalizó la eutanasia, en 1997. En México existe la llamada ley del “buen morir”, que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales, mientras en Uruguay el Congreso discute un proyecto sobre la eutanasia.

PAL

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