Un grupo de mujeres, ataviadas con ropas tradicionales indígenas de color blanco, recorrieron una fracción del norte de la capital en una procesión silenciosa para agradecer a la vida y deidades prehispánicas, un año de retos por la pandemia Covid, así como para un crecimiento personal.

Este grupo conformado por mujeres de todos los estratos sociales partieron del Centro Histórico para enfilarse rumbo a la glorieta de Cuitláhuac, sobre Paseo de la Reforma, donde subieron al basamento piramidal, con accesorios como caracoles, palos de agua, incensarios de copal, cascabeles en las piernas, en el que agradecieron a este tlatoani mexica, a través de bailes, dando la vuelta a la pirámide.

El calor de la tarde, más la caminata bajo los rayos del sol, hizo que algunas se sentaran para descansar, mientras sus compañeras las animaban para seguir, por medio de expresiones como: “ánimo hermana”, ya casi llegas ( para encaminarse al Centro Urbano Nonolaco- Tlatelolco, por la avenida Flores Magón, sorprendiendo a la gente que las vio desfilar.

Al llegar al conjunto habitacional, diseñado por Mario Pani, hicieron una pequeña escala en el Jardín Santiago, para continuar al antiguo Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco y terminar en la Plaza de las Tres Culturas.

 

DAMG