Imaginen al piloto de un rugoso coche, con el que solía rebotar sobre calles de terracería, sin enterarse de que su vehículo fue acondicionado para acelerar con explosividad y elegancia. Así luce hoy el Atlético de Madrid.

Tras toda una vida asumiendo que su plantel y sus posibilidades europeas eran sustancialmente inferiores a las de sus vecinos del Real Madrid, hoy no quiere darse cuenta de algo evidente: que ya dispone de mejores jugadores que los merengues e incluso que varios otros gigantes continentales como, por ejemplo, el Barcelona.

Sin embargo, Diego Simeone salió a jugar la ida de los cuartos de final de la Champions League en modo resistencia. Estoico y apelando a la supervivencia, como en los tiempos ya lejanos en los que no tenía material para hacer más que eso.

No es sencillo criticar al técnico más laureado en la historia de la institución, personaje cuya impronta guerrera ha marcado algo más el renacer de un equipo que estaba a la deriva. De hecho, ninguno de los participantes de esta Champions debe tanto a su estratega como los rojiblancos.

En todo caso, así como se le reconoce y aplaude, se le ha de exigir. Con todo y sus no pocas lesiones (sobre todo en sector defensivo), el apodado Cholo contó ante el Chelsea con una alineación imponente… que disparó a portería y más bien apeló a que el cronómetro se agotara cuanto antes.

Como es común que suceda, quien priorizó el cero a cero terminó cayendo por la mínima, y así viajará a la vuelta a Londres con un tanto de visitante como desventaja.

Desde hace un buen rato, el Atleti da para mucho más. Una cosa es que ceda puntos por cuestiones de este deporte. Otra que los ceda porque ni siquiera se esmera en buscarlos.

Simeone ya no conduce un tractocamión como al aterrizar en la banca del ya demolido estadio Calderón. Este Atlético tiene más pinta de lujoso coche alemán o italiano, lo que no quita que el entrenador sea capaz de blindarlo y dotarle de fuerza, aunque sin olvidar la cantidad de caballos de fuerza y recursos que se esconden bajo el cofre.

El Chelsea no es un rival superior. El Chelsea no obligaba a una guerra de guerrillas El Chelsea, quinto de la Premier League, es perfectamente derrotable por el líder de la liga española.

Vendrá en unas semanas la vuelta y la posibilidad para que el Atlético modifique esta historia. Por lo pronto, se jugará en España un liderato que ostentaba con comodidad y, tras perder 7 de 12 puntos, sostiene con alfileres. En un instante en el que Barça y Real Madrid padecen semejante crisis, sería imperdonable para el Atleti no conquistar ese trofeo.

No olvidemos que en toda su historia los colchoneros han ganado diez veces ese galardón (en dos de ellas, una como jugador, la otra como entrenador, estuvo Simeone). Será difícil gozar de oportunidades como esta, aunque más difícil todavía que se aspire a esa grandeza si se continúa con delirio de no merecerla.

Este Atlético es un gigante europeo. Como tal se ha de comportar. Como tal se le ha de juzgar.

                                                                                                                            Twitter/albertolati

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