Hacer un huerto urbano es una forma de ponerte en contacto con la naturaleza y tener la seguridad de que tus alimentos serán saludables y libres de agentes tóxicos durante su cosecha.

Un huerto en casa puede ayudar y estimular en los niños la forma de relacionarse y estar en contacto con la naturaleza, pues observan cómo crece la planta y las verduras y cómo después se utilizan para poder ponerlos en los platos cocinados.

Con estos sencillos pasos aprende a crear el tuyo en casa:

1) Encuentra un lugar en casa donde peguen rayos de luz por lo menos en algún momento del día (de la misma forma, se recomienda que se tenga una toma de agua cercana para los riegos constantes).

2) El lugar que escogiste debe contar con un buen sistema de drenaje que tenga una salida de agua. Si tu huerto está en un espacio interior, puedes poner cubetas o recipientes en los que se almacene el agua de riego sobrante (también recuerda que es un lugar que se ensuciará fácilmente, así que debes prevenirlo)

3) Es preferible que no se compre nada nuevo y se haga con materiales reciclables, como cajones viejos, tubos PVC o botellas PET.

-Si tienes huacales serán tu aliado perfecto (si usas contenedores de madera puedes poner plástico o una malla anti-hierba para evitar que la tierra se salga por los hoyos de drenaje)

4) Para la tierra, expertos ambientales recomiendan la tierra mezclada con abono para que el huerto crezca sano y liso para su siembra. (también puede ser sustrato orgánico)

-Recuerda dejar un espacio entre la superficie y la tierra, pues se podrá otra capa.

5) Escoger lo que vas a sembrar, debe ser de preferencia algo de temporada, pues te ayudará a reducir recursos. Aquí es a elección propia, puedes escoger desde plantas aromáticas u hortalizas hasta verduras o frutas.

6) Cuando coloques las semillas no las entierres, solo espárcelas.

-Detrás de cada sobre de semillas se indica el tiempo que se tardará en crecer

7) Vuelve a poner otra capa de tierra y riega.

-Es muy importante que la tierra esté siempre húmeda, pero sin saturarlo de agua

Y listo, recuerda estar en constante revisión de tu huerto y regarlo de forma constante.

Un dato

Los primeros huertos urbanos surgieron con la Revolución Industrial y se popularizaron varias décadas después, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cuando las metrópolis británicas y norteamericanas los promovieron entre sus habitantes con fines propagandísticos y para garantizar el suministro de alimentos a la población sin depender de las importaciones.

LEG