Birmania rindió homenaje ayer a la primera víctima de la represión militar, una joven de 20 años que se convirtió en ícono de la resistencia contra el golpe de Estado, objeto nuevamente de manifestaciones, a pesar de la letal violencia policial.

Los funerales de Mya Thwate Thwate Khaing, que había sido herida de bala el 9 de febrero y falleció días después, tuvieron lugar en la periferia de la capital Naipyidó entre miles de personas.

Con tres dedos levantados en señal de resistencia, la multitud coreó “¡abajo la dictadura!” y “¡lucharemos hasta la victoria!”, antes de dispersarse en silencio.

La escalada de tensiones provocó nuevas sanciones internacionales, que el Ministerio birmano de Relaciones Exteriores tachó de “flagrante injerencia”.

“Pese a las manifestaciones ilegales y las incitaciones a la violencia, las autoridades demuestran la mayor prudencia, recurriendo lo menos posible a la fuerza”, difundió el ministerio de manera oficial.

 

LEG