Foto: Cuartoscuro Algunas parejas se prodigaron afecto en los parques públicos, mientras que muchos restaurantes lucieron semivacíos  

La pandemia de Covid-19, que ha dejado más de 30 mil muertos en la CDMX, no impidió que los capitalinos celebraran el Día del Amor y la Amistad en restaurantes y parques, aunque otros más cautelosos prefirieron permanecer en casa.

Sin embargo, las ventas por el festejo de San Valentín no fueron como en años anteriores. En las Lomas de Chapultepec se observó afuera del restaurante La Mansión a varias parejas hacer filas hasta por 25 minutos -eso sí, respetando la sana distancia-, para esperar a que se les asignara una mesa adornada con globos y rosas, en la terraza o sobre la banqueta.

En el área predominaban el amor, el cariño y la armonía, muy difíciles de demostrar en lugares públicos debido a las restricciones sanitarias por el Semáforo Epidemiológico Rojo, que este domingo llegó a su fin.

Mario Llana, mesero de este restaurante, dijo que sería una gran ayuda para ellos que se pudiera dar servicio dentro de los establecimientos.

“Estamos con espacios abiertos y hasta las 21:00 horas, y nos prohibieron los salones cerrados. Antes de la pandemia, los comensales se iban hasta la medianoche; las ventas no fueron como en años anteriores”, lamentó.

Mario recordó que un día como hoy duplicaba la ganancia en sus propinas. “Los que tenemos espacios abiertos estaremos en 55% de ventas, pero nos afectan las bajas temperaturas, pues al anochecer hace frío a pesar de que colocamos calefactores”, observó.

Alejandra Robles, mesera del IHOP ubicado en el World Trade Center, en la colonia Nápoles, comentó que tuvieron muy poca afluencia.

“Antes no nos dábamos abasto, hasta teníamos lista de espera. Siento que la gente se desanimó porque estamos al aire libre y en las mañanas hace frío; en cambio, si nos hubieran permitido trabajar adentro con un 30% hubiera sido perfecto”.

Los que salieron y los que no

Raúl Torres y su esposa, quienes fueron al restaurante La Buena Barra, en Polanco, dijeron que fue un San Valentín distinto, pero que lo disfrutaron sin olvidar las medidas sanitarias.

A diferencia de sus otros compañeros meseros, Edgar afirmó que fue un buen día en el establecimiento: “Espero que tras la tormenta venga la calma y ya pueda darle un plato de comida decente a mis hijos”.

En tanto, el joven Oscar Vahe contó que él y su pareja prefirieron comprar pizza y celebrar en su departamento para evitar el riesgo de contagio. “Salí a comprar un ramo de rosas y la comida. Nos la pasamos en casa festejando. En mi depa desinfecté los productos. Así nos cuidamos y reducimos contagios”.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, Francisco Fernández, consideró que fue un día bastante limitado: “El aforo exterior no va más allá del 30%, entonces fue como un domingo cualquiera”.

FRASES:
“Soy mesera y vivo de las propinas. Antes sacaba como 800 pesos y pues hoy (ayer) apenas obtuve 200”
Alejandra Robles
Mesera del IHOP

“Es un 14 de febrero diferente: te sientes como en una cápsula, pero no podemos seguir encerrados; hay que besarnos, abrazarnos, tenemos que salir adelante”
Raúl Torres
Comensal

LEG