abuelito
Foto: Quadratin Daniel Loyola Gómez, un hombre de la tercera edad, ha tenido que recurrir a vender chicharrones  

Para pagar la deuda que adquirió por la operación de su esposa que padece cáncer, Daniel Loyola Gómez, un hombre de la tercera edad, ha tenido que recurrir a vender chicharrones y cacahuates en la vía pública.

El adulto de 65 años años y originario de San Pedro Totoltepec, narra que es la única opción que le quedó, debido a que por su avanzada edad, prácticamente nadie le quiere dar trabajo a pesar de sentirse útil aún.

Hilaría, su mujer empeoró de salud y tuvo que pedir dinero prestado para pagar los gastos, debido a que por la enfermedad los ahorros se acabaron; sin embargo, ahora debe saldar la deuda pero tiene pocos ingresos.

«Le doy gracias a Dios que sigue conmigo; sin embargo, tengo que juntar para devolver lo que pedí, por los réditos es imposible, debo más de 50 mil pesos y vender aquí -vía pública- dificulta más las cosas», dice.

El abuelito a diario se coloca en la avenida Morelos y Juárez en el centro de la ciudad para ofrecer su mercancía, a pesar de ser un lugar transitado muchos personas pasan con indiferencia, mientras que otros le brindan una ayuda.

Ahora que se conocerá su historia, teme o pide que autoridades municipales no quieran quitarlo por vender de manera irregular pues es la única forma que tiene para ganarse la vida, y liquidar el monto que debe.

La pandemia ha complicado todo, pero agradece que no se haya contagiado a pesar de estar expuesto y ser población de alto riesgo, ni siquiera sabe que está dentro del padrón prioritario para recibir la vacuna.

 

 

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