Por su pasado como promotores electorales de Morena, las acusaciones de que utilizan políticamente los programas sociales y los reclamos por saltarse la fila de la vacunación, los servidores de la nación están en el ojo del huracán y serán quienes recorran el país para coordinar la inmunización de la población contra el Covid-19, al mismo tiempo que está en marcha el proceso electoral más grande en la historia de México.

Los servidores de la nación coordinarán las Brigadas Correcaminos, encargadas de la vacunación contra Covid-19 en el país, con el rechazo de gobernadores y la oposición, por sus antecedentes político-electorales y por su nula preparación en salud y medicina.

El ejército de operadores de programas sociales que ayudará en la estrategia de vacunación deberá tener claro que lucrar políticamente con la aplicación de la vacuna o condicionarla se puede castigar hasta con nueve años de cárcel.

De acuerdo con la Ley General en Materia de Delitos Electorales, los funcionarios que condicionen un servicio público o programa social para favorecer electoralmente a un partido o candidato, alcanzarán una multa de 200 a 400 unidades de medida actualizadas, así como de dos a nueve años de prisión.

El artículo 11 de dicha ley indica que esas penas se impondrán a quien “condicione la prestación de un servicio público, el cumplimiento de programas gubernamentales, el otorgamiento de concesiones, permisos, licencias, autorizaciones, franquicias, exenciones o la realización de obras públicas, en el ámbito de su competencia, a la emisión del sufragio en favor de un precandidato, candidato, partido político o coalición; a la abstención del ejercicio del derecho de voto o al compromiso de no votar a favor de un precandidato, candidato, partido o coalición”.

Con antecedentes

El ejército de 18 mil servidores tienen antecedentes de denuncias por su uso político; por ejemplo, en 2019 entregaron apoyos directos con cartas firmadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y portaron chalecos con la leyenda AMLO, por lo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo consideró una promoción de la imagen del mandatario con recursos públicos.

Sobre el tema, en su conferencia mañanera del 20 de agosto de 2019, el mandatario nacional dijo que “estos servidores de la nación no tienen que ver con Morena ni con ningún partido. Además, el que haga proselitismo por un partido no sólo pierde el trabajo, sino que debe ser sancionado, porque ya también es delito grave el fraude electoral, ya no se puede hacer labor desde el Gobierno en favor de ningún partido, de ningún candidato”.

Además, durante las elecciones internas para la dirigencia de Morena, sus propios militantes como Yeidckol Polevnsky, denunciaron que los servidores de la nación fueron utilizados como maquinaria electoral para promover el voto a favor de Bertha Luján.

En los próximos días, los servidores a través de las Brigadas Correcaminos participarán en el plan de vacunación masiva de los mexicanos, con el rechazo de los 10 gobernadores de la Alianza Federalista, quienes consideraron que la estrategia de inmunización debe encabezarse por personal de Salud, técnico y de las Fuerzas Armadas.

Los mandatarios acusaron al Gobierno federal de “violar la Constitución poniendo la salud de los mexicanos en manos de los servidores de la nación, arriesga vidas e impone intereses electorales sobre el bienestar”.

A su vez, los servidores tuvieron un rechazo generalizado cuando se informó que serían vacunados como parte de la brigada, aunque no pertenecen a la población de riesgo ni son personal médico.

Herencia electoral

Los siervos de la nación, como también se les ha denominado, iniciaron en el terreno electoral, porque la mayoría provienen del ejército que se encargó de la promoción y defensa del voto de López Obrador en 2018.

En su etapa como Presidente electo, los utilizó para levantar censos, organizar consultas populares y logística de sus giras. Ya como mandatario nacional, los sumó a las filas gubernamentales a través de la Secretaría de Bienestar.

Sin embargo, en la práctica sus jefes directos son los delegados estatales de programas sociales, cuyo mando general es Gabriel García Hernández, coordinador de programas de bienestar en la Presidencia.

Ahora los 18 mil servidores de la nación se integrarán a las Brigadas Correcaminos que recorrerán el país para los operativos de vacunación contra Covid-19 al mismo tiempo que está en marcha el proceso electoral más grande en la historia del país.

infografía: Xavier Rodríguez

Gabriel García, el operador tras bambalinas de López Obrador

Sin reflectores y tras bambalinas, Gabriel García Hernández tiene 21 años de ser uno de los principales operadores del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El ahora coordinador de Programas Integrales de Bienestar es la mente detrás de los servidores de la nación; los creó, primero como una estructura electoral de promotores y defensores del voto de Morena.

Ya con la elección ganada, en diciembre de 2018, los transfirió a las filas del Gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación, creando el ejército de más de 18 mil servidores de la nación.

Desde la Presidencia, García Hernández es el operador de los programas sociales del Gobierno federal y es jefe de los 32 delegados del Gobierno federal en las entidades, cuyas funciones van desde coordinar las reuniones de Seguridad estatales, fungir como enlaces con los gobernadores, operar programas, entre otros.

Y los que se encargan del trabajo en tierra son los servidores de la nación: desde visitar y entregar personalmente los apoyos del Gobierno federal a los beneficiarios, hasta integrar las brigadas de vacunación contra Covid.

Gabriel García inició como director de adquisiciones en el otrora Distrito Federal (2000-2005), donde se encargó de las compras de la administración de López Obrador como jefe de Gobierno.

Después se le encomendó la administración financiera de la organización civil Honestidad Valiente, la cual fue la encargada de recabar donaciones para las campañas presidenciales en 2006 y 2012.

Además, fungió como secretario de Organización de Morena desde donde promovió la creación de la estructura electoral que hoy se conoce como “servidores de la nación”.

“Mi labor es la de un promotor”

Greiser Meza

Miriam primero era militante del PT, donde duró aproximadamente tres años, después se enlistó en las filas del PRI, donde participó en el programa “Prospera” en el estado de México, tras la extinción de este, entró a Morena.

Su amiga, quien trabajaba junto a personas del partido de Morena en 2019 la invitó a registrarse como servidor de la nación a través de la plataforma digital, ella hizo todo el procedimiento y fue seleccionada para participar en los programas de Bienestar, narra a 24 HORAS.

Asegura que fue la mejor decisión que pudo tomar, “yo siempre he querido ayudar a mi pueblo pero no sabía cómo, cuando entré a Morena todo cambio, tengo la convicción de que la 4T, promete un cambio radical, prueba de ello, somos nosotros, los servidores de la nación que recorreremos las zonas más marginadas para ayudar a quien más lo necesita”.

“Mi labor como servidor de la nación es la de prácticamente un promotor, doy a conocer los programas sociales del Gobierno y recopilo información sobre las personas que en verdad requieren un apoyo”.

Con orgullo, comparte la promoción que realizan para que la gente conozca la vacuna contra la Covid-19.

“Ahora con lo de las brigadas de vacunación, hemos visitado algunos hogares de las zonas más marginadas para darles información sobre la importancia de vacunarse”.

“Aunque ciertamente la gente aún sigue teniendo desconfianza acerca de la vacuna, incluso han manifestado que no van a vacunarse, entonces nuestra misión en ese caso, es brindarles toda la información necesaria, resolver sus dudas para que no tomen su decisión a la ligera y no se dejen llevar por mitos y creencias”.

“Estamos aquí para ayudarlos no para dejarlos en el olvido”, señala Miriam.

 

LEG