Su configuración ofrece los servicios de manera flexible y dinámica, de tal forma que prevea un crecimiento futuro mediante la adecuación a tecnologías emergentes y sistemas de automatización y monitoreo
Foto: Twitter @CommscopeLATAM Su configuración ofrece los servicios de manera flexible y dinámica, de tal forma que prevea un crecimiento futuro mediante la adecuación a tecnologías emergentes y sistemas de automatización y monitoreo  

La digitalización acelerada que se ha dado en los últimos años, y que incrementó con la llegada de la pandemia de Covid-19, aumentó la adopción de data centers para responder a la capacidad de almacenamiento que requieren millones de usuarios alrededor de todo el mundo para distintas labores y el funcionamiento de servicios que se consumen día a día, como internet, telecomunicaciones, entretenimiento, transporte, comercios, sistemas de seguridad, salud, educación, trabajo y otros.

Así como el corazón es el órgano más importante para un ser vivo, un centro de procesamiento de datos es el elemento fundamental para el departamento de TI en cualquier compañía, pues este gran espacio plagado de servidores, almacena, gestiona y protege la información, y soporta todos los servicios y sistemas de la organización.

Hoy, no solo los grandes corporativos requieren sistemas que soporten tecnología de punta y por eso observamos un mayor número de data centers cada año, siendo una importante oportunidad de negocio, que contemplan mejores diseños y más medidas de seguridad para garantizar la disponibilidad ante cualquier imprevisto, tanto por un desastre natural como por una acción humana.

Por lo anterior, se requiere de su operatividad las 24 horas del día, los siete días de la semana, pues los cientos de servidores e infraestructura informática que tienen en su interior vitales para responder a las aplicaciones más críticas y a las necesidades de conectividad para fines específicos.

Su configuración ofrece los servicios de manera flexible y dinámica, de tal forma que prevea un crecimiento futuro mediante la adecuación a tecnologías emergentes y sistemas de automatización y monitoreo, para controlar la temperatura, la humedad o el consumo de energía y evitar los riesgos y pérdidas económicas que pueden generar los cortes de energía inesperados o las alzas y bajas de tensión, por ejemplo.

De igual forma, entre las funciones primarias de los centros de datos están la administración de las conexiones de entrada y salida de los distintos sistemas que están hospedados, así como su seguridad, recordando que el incremento y variedad de aplicaciones en dichos sistemas pueden limitar el rendimiento de las telecomunicaciones por cuellos de botella.

A medida que crece el tráfico en las redes tradicionales de los data centers, principalmente el que conllevan las nuevas tecnologías (como el internet de las cosas y la red 5g, que amplían el ancho de banda disponible para los dispositivos y las velocidades), pueden experimentarse atascos cuando demasiados datos o aplicaciones las intenten utilizar al mismo tiempo; por eso la importancia de estar protegidos con adecuadas medidas de seguridad y dotados de potentes motores, para que se desenvuelvan en las denominadas “autopistas de la información”.

En el mercado local, empresas como ABB, IBM y Schneider Electric se posicionan como líderes en la industria del data center, con servicios, soluciones y sistemas integrados, diseñados para soportar exigentes cargas de trabajo y la creciente demanda mundial de datos, a través de tecnologías para la nube, alojamiento y telecomunicaciones, para que sean escalable, resilientes y soporten las crecientes demandas de carga de trabajo.

 

MGL