Un joven de 22 años de edad recibió un trasplante de rostro y manos luego de un accidente en que sufrió de quemaduras graves.
A casi seis meses de la intervención quirúrgica, Joe DiMeo tendrá que aprender a realizar cosas como son reír, parpadear y mover los dedos.
En 2018, Joe, originario de Nueva Jersey, regresaba a su casa cuando se quedó dormido al volante y se impactó contra un poste de electricidad. Su auto se volcó y estalló en llamas, con él aún adentro.
Un conductor que pasaba por el lugar vio el accidente y lo rescató, aunque el joven ya había sufrido quemaduras.
Joe permaneció en coma inducido por meses, en los cuales también fue sometido a 20 cirugías reconstructivas e injertos de piel.
A principios de 2019, el equipo de doctores que lo atendía se percató de que las cirugías convencionales no bastarían. Fue entonces que comenzaron a prepararse para el trasplante que le devolvería la visión completa y el uso de las manos.
Los especialistas estimaron que sólo había un 6% de posibilidades de encontrar a un donante con su sistema inmunológico.
Aunado a ello, era necesario que fuera del mismo sexo, tono de piel y dominio de manos.
La pandemia de Covid-19 no facilitó el proceso, en particular cuando las donaciones de órganos cayeron. Asimismo, los miembros de la unidad de trasplantes del Centro Médico NYU Landone Health, en Nueva York, fueron reasignados para apoyar en las unidades Covid.
Fue hasta el mes de agosto que el equipo encontró a un donante en Delaware y completó el procedimiento días después.
La cirugía duró 23 horas, en ésta le fueron amputadas ambas manos, y fueron reemplazadas en la mitad del antebrazo, informó el diario New York Post. Se conectaron nervios, vasos sanguíneos y 21 tendones con suturas tan delgadas como cabellos.
El rostro fue trasplantado por completo, con la frente, cejas, nariz, párpados, labios, orejas y huesos faciales subyacentes.
Hasta ahora no se ha tenido rechazo alguno a las partes trasplantadas, por lo que DiMeo dejó el hospital en noviembre y entró a rehabilitación.
El joven contó a medios que la rehabilitación es intensa, y cuenta con horas diarias de terapia física, ocupacional y del habla.
Ahora, Joe puede vestirse y alimentarse solo, juega con su perro, practica billar y golf; y entró al gimnasio, donde levanta poco más de 22.5 kilos.
Los médicos consideran que el logro es “fenomenal”, pues se trata de algo increíblemente complicado, explicó el doctor Bohdan Pomahac, cirujano del Hospital Brigham and Women’s de Boston.
Para evitar un posible rechazo, DiMeo tomará medicamentos de por vida, y se someterá a rehabilitación continua para ganar sensación en los trasplantes y controlar la función.
De acuerdo con la Red Unida para Compartir Órganos (UNOS) en todo el mundo se han completado sólo 18 trasplantes de cara y 35 de mano.
Además, los trasplantes simultáneos de cara y doble de mano son aún más inusuales, pues sólo se han probado en dos ocasiones antes.
fahl