A los dreamers aquí y allá no les logran convencer los anuncios en materia migratoria emprendidas por el nuevo gobierno de Joe Biden, “nos quieren vender un sueño” dicen unos, otros, simplemente lo ven como una esperanza

Desde el otro lado de la frontera, Gabriela Sosa accede a una conversación telefónica, ella llegó a Estados Unidos a los cuatro años y hoy tiene 26; comparte que se graduó en administración pública y trabaja como asistente gubernamental en California.

El acudir periódicamente a renovar permisos y documentos le recuerda que forma parte de los dreamers en la Unión Americana.

Durante la administración de Donald Trump, continúa, la zozobra ante una detención y eventual deportación era constante.

“Sentíamos más miedo, no sabíamos sus intenciones; decía algo pero actuaba de otra manera, creaba leyes de la nada, sentía más inseguridad con Trump que con (Barack) Obama.

“Y siendo una persona tan impulsiva, sí que me creó un poco de miedo, de pánico, ciertas leyes a los dreamers”, señala.

Sin embargo, considera que con la llegada de Biden regresó, al menos, la esperanza de mejores condiciones para la población migrante en ese país.

Sin ciudadanía estadounidense, pero con permiso para trabajar, y con la mayor parte de su vida transcurrida en aquel país, ella dice que se siente más mexicana que “americana”.

Agradece que la diversidad cultural en California, haya podido expresar sus orígenes mexicanos en comparación con otros estados que tienen una menor proporción de latinos.

FRASE
“Sí me ha dado un poquito de miedo (la deportación), pero al mismo tiempo me da paz saber que tengo familia allá (en México)”
Gabriela Sosa
Migrante en California

LEG